Lo que no dijo Díaz-Canel sobre la crisis en Cuba. Tres claves de su intervención en el IX Pleno del PCC
17 / diciembre / 2024
En el discurso de las autoridades cubanas, lo más importante es el trasfondo, lo que se omite o se intenta camuflar. Lo que se lee entre líneas ofrece indicios de la dimensión real de la crisis en Cuba. En la clausura del IX Pleno del Comité Central del Partido Comunista, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel mencionó tres líneas esenciales que revelan dónde ha fallado más el Estado.
En días recientes publicamos el video de dos ancianas santiagueras que deben hacer carbón para sobrevivir. En ese testimonio está el registro de las múltiples crisis que viven hoy los cubanos. Pero el 14 de diciembre de 2024, Díaz-Canel habló de «confianza», «resistencia» y «derechos», aunque la palabra que mejor define la situación del país es colapso. Sobre todo, hay un colapso de la esperanza en medio de la oscuridad provocada por los apagones, la falta de recursos y de libertades.
Mientras el video de las ancianas circulaba, Díaz-Canel defendía públicamente «el fortalecimiento del sistema de justicia social». Habló sobre las desigualdades, los servicios básicos y las regulaciones del sector privado. Tampoco faltaron las promesas para enfrentar la crisis energética ahora con energía solar. ¿Pero qué hay detrás de esos reconocimientos tácitos de la precariedad del país? ¿Qué no dijo en su intervención?
A continuación, contrastamos sus declaraciones con análisis de expertos y con reportes de la prensa independiente; incluso, empleamos los datos estatales que, aunque suelen ser subregistros, ofrecen un primer acercamiento a los problemas más urgentes de la isla.
1. Desigualdades sociales: ¿progresos o retrocesos?
Díaz-Canel reconoció retrocesos sociales derivados de la crisis económica y del impacto de las sanciones estadounidenses, pero defendió la continuidad de los programas sociales y afirmó que la justicia social sigue siendo «una prioridad» para el socialismo cubano. Aun así, resaltó la necesidad de «reducir la desigualdad» de modo urgente sin aumentar la inflación.
Según datos estatales, en Cuba existen 1 236 «comunidades vulnerables»; es decir, en condición de pobreza. Por otro lado, un estudio independiente del Observatorio Cubano de Derechos Humanos apunta que la extrema pobreza en la isla escaló al 89 % en 2024.
Las denuncias ciudadanas en las plataformas digitales exponen el agravamiento de la miseria y la mendicidad en Cuba. Recientemente, un activista denunció las condiciones de vida de los ancianos que viven en las calles de Santiago de Cuba. También se hizo viral en las redes sociales el pedido de auxilio para una anciana encamada y su hija maestra, quienes subsisten de modo muy precario en Ciego de Ávila.
Esas historias son cada vez más comunes. Sin embargo, Díaz-Canel afirmó: «No hemos renunciado, ni lo haremos jamás, a conquistas como la Salud y la Educación (...) cuyo funcionamiento estamos llamados a revisar para continuar ofreciéndolos gratuitamente, pero también con la mayor calidad posible».
La prioridad del Estado cubano sigue siendo la construcción de hoteles y las inversiones en turismo. Esa realidad se manifiesta, incluso, en los datos oficiales. Cuba invirtió entre enero y septiembre 4.6 veces más en servicios empresariales, actividades inmobiliarias y de alquiler que en agricultura, educación y sanidad, según la Oficina Nacional de Estadística e Información.
Díaz-Canel también dijo en su discurso del 14 de diciembre: «en todos los servicios al pueblo hay problemas acumulados cuya solución se ha ralentizado en el tiempo. Me refiero concretamente al abasto de agua, el saneamiento, la recogida de desechos sólidos, el alumbrado público, los viales, así como la construcción y reparación de viviendas». El reconocimiento de las dificultades no es una novedad para los cubanos que deben lidiar a diario con los efectos de la escasez.
Los resultados del sector de la construcción en 2024 han sido muy deficientes. En La Habana, del plan anual de 2 670 viviendas, solo se ha concluido el 13.3 %, según un reporte de fuentes estatales. En otras provincias, la situación es también preocupante. Un texto del periódico Invasor precisa que actualmente el fondo habitacional de Ciego de Ávila tiene un déficit de 35 000 viviendas. «A este ritmo, se necesitarán casi 40 años para satisfacer toda la demanda», refiere la publicación.
Además, hasta el 22 de noviembre de 2024, de las 13 000 viviendas afectadas por Oscar en Guantánamo solamente se había recuperado el 8 %, de acuerdo con el periódico local Venceremos. En este video, una fuente estatal asegura que existen afectaciones en 2 550 viviendas desde el paso del huracán Matthews en 2016.
En septiembre de 2024, fuentes gubernamentales informaron que más de 600 000 cubanos enfrentaban problemas de acceso al agua. José Antonio Hernández, presidente del Grupo Empresarial de Agua y Saneamiento, declaró a la prensa oficial que solo en La Habana alrededor de 130 000 clientes se veían afectados por la escasez, mientras que en otras provincias miles de personas también carecían del servicio.
La falta de alimentos e insumos médicos dificulta la vida en la isla. Un reporte de Martí Noticias publicado en diciembre de 2024 advierte que «cada vez es más común encontrar jóvenes en las calles de La Habana pidiendo comida y hurgando en los latones de basura», según dijeron al medio varios residentes de la capital. También hay, al menos, dos denuncias en el último mes sobre pacientes que fallecieron por falta de medicamentos y de una atención hospitalaria adecuada.
2. Sector privado: ¿apertura o restricciones?
El gobernante cubano defendió en su intervención las nuevas regulaciones al sector privado y las calificó como un esfuerzo para garantizar la legalidad y la integración de las mipymes al desarrollo económico del país, negando cualquier intención de ataque al sector no estatal.
«Se dice que estamos arremetiendo contra el sector privado. No, aquí no se está arremetiendo contra nadie. Aquí estamos estableciendo normas de actuación como mismo se establecen en cualquier parte del mundo. Estamos exigiendo y cobrando impuestos, lo cual es una práctica mundial. En el caso cubano, con un destino eminentemente socialista». El gobernante cubano se refirió, además, a la importancia de «incrementar la atención» al sector. ¿Qué hay detrás de esas afirmaciones?
El 5 de diciembre de 2024, la Gaceta Oficial publicó la Resolución 56 emitida por el Ministerio de Comercio Interior. La normativa ordena la cancelación de las licencias comerciales otorgadas a las cooperativas no agropecuarias (CNA) y a las pequeñas y medianas empresas (mipymes) que incluyan el comercio mayorista como actividad secundaria en su objeto social. Asimismo, anula las licencias similares otorgadas a trabajadores por cuenta propia (TCP).
Según lo dispuesto, las mipymes, las CNA y los TCP afectados deberán liquidar sus inventarios, así como las mercancías en tránsito y disponibles destinadas al comercio mayorista en un plazo máximo de 120 días hábiles desde la entrada en vigor de la resolución. El plazo permitirá que la liquidación se extienda más allá del primer trimestre de 2025.
En un hilo de X, el economista Pedro Monreal advirtió que en Cuba se había prohibido desde agosto el comercio mayorista exclusivamente privado. Sobre la Resolución 56 dijo: «ahora su implementación, bajo el ardid del “ordenamiento”, es una estocada a las relaciones de mercado y discrimina la actividad privada».
Aunque el sector privado ha crecido en los últimos años, los datos actuales revelan obstáculos significativos. Las nuevas regulaciones imponen cargas fiscales y restricciones que limitan la capacidad de los emprendedores para operar libremente. Además, muchas pequeñas empresas han cerrado debido a la falta de insumos y a políticas de bancarización que complican los pagos electrónicos y las transacciones.
En un reporte del medio independiente 14yMedio, publicado el 23 de septiembre de 2024, un trabajador por cuenta propia de Villa Clara refirió: «está claro que las medidas adoptadas por el Gobierno buscan limitarnos, ya que representamos una amenaza para las empresas estatales y para ellos, una parte considerable de los ingresos del país escapa de su control al pasar por nuestras manos».
El Gobierno ha intentado integrar el sector privado con las empresas estatales, pero este encadenamiento no ha generado los resultados esperados. El Estado sigue siendo demasiado rígido en su control, lo que frena el dinamismo económico.
Por otro lado, en una visita realizada en diciembre de 2024 a Holguín, Díaz-Canel responsabilizó al comercio privado del incremento de los precios «abusivos», una narrativa que se ha repetido en distintos momentos y que minimiza el impacto de la deficiente gestión gubernamental. Al referirse al surgimiento de pequeñas y medianas empresas, en el Pleno del PCC, aseveró que fueron creadas «sin marcos legales y regulatorios sólidos» y añadió que «en lo adelante no se aprobará nada que no tenga bien establecidos los límites políticos y jurídicos». Una promesa que parece lejana debido a la improvisación y el voluntarismo que caracteriza la política económica del Estado cubano.
3. Crisis energética: ¿soluciones realistas?
La gran apuesta del Estado cubano para frenar la crisis del sistema electroenergético parece ser la energía solar. Díaz-Canel habló del uso de la energía solar como parte de una estrategia para enfrentar los apagones, argumentando que la transición energética es un eje central de su política gubernamental.
Aseguró, además, que la inversión que se realiza para promover las energías renovables «es posiblemente de lo más importante y trascendente» porque, según él, «ayudará a crear no solo capacidades de generación, sino también a un aprovechamiento óptimo de los combustibles que hoy se destinan para generar electricidad y que podrán dedicarse entonces a la economía directamente en la producción».
En la intervención, Canel mencionó que se trata de un proyecto que abarca todo el país con los emplazamientos de parques solares. Sin embargo, el investigador Jorge Piñón, docente de la Universidad de Austin, puntualizó en este video que la energía solar es una importante fuente dentro de la matriz, pero «tiene que ser parte de un paquete balanceado, no solamente de energía solar».
Piñón considera que las energías renovables, en especial la solar, no resolverán la crisis energética en Cuba a corto plazo. Aunque el Gobierno habla de 2 000 MW de energía solar, «no se sabe qué porcentaje piensan que va a representar con respecto a la capacidad total que Cuba va a tener disponible, porque el resto van a ser las mismas termoeléctricas que se rompen cada seis meses», apuntó el experto.
La energía solar se encuentra entre las formas de generación más económicas. Un estudio publicado en 2022 por la Agencia Internacional de Energía Renovable (Irena, por sus siglas en inglés) señaló que el costo promedio de producir energía fotovoltaica era de 0.049 USD/kWh. Sin embargo, la organización admite que los altos costos iniciales pueden representar un desafío significativo para países con recursos limitados.
En la clausura del IX Pleno del PCC, Díaz-Canel afirmó que se están ejecutando dos proyectos de 100 MW con fuentes renovables de energía para «impulsar la transición energética» y que se desarrollan acciones «para recuperar potencia en la generación distribuida y en las termoeléctricas». Pero se desconoce cuáles son los recursos disponibles para realizar una transición energética acelerada.
No obstante, el economista Ricardo Torres dijo a elTOQUE en abril de 2024 que la vida útil de un parque solar es de entre 25 y 30 años, y que debe considerarse que va perdiendo capacidad a lo largo del tiempo. El mantenimiento, además, tiene que ser el adecuado para que el parque cumpla los parámetros técnicos. Por ejemplo, un megavatio requiere aproximadamente 150 000 USD en cuanto al mantenimiento. Son 15 millones de dólares para 1 000 MW instalados, advierte Torres.
Díaz-Canel aseguró que se ha aprobado un esquema de financiamiento en divisas para el sostenimiento de la industria petrolera nacional con el fin de incrementar la producción de petróleo y gas. ¿Pero cuál es el trasfondo que no menciona?
La realidad es que Cuba produce alrededor de 40 000 barriles diarios de petróleo crudo a partir de yacimientos que, según Jorge Piñón, «llevan más de 25 o 30 años de explotación, así que van a estar muy pronto en su declive natural». Asimismo, reconoce que en Cuba no hay grandes reservas de petróleo. Por cierto, hablamos de «petróleo crudo de alto contenido de azufre, de metales, que es parte del problema del sistema de las termoeléctricas», concluyó el analista.
La crisis energética ha sido uno de los problemas más graves de 2024, con apagones que alcanzan hasta más de 12 horas diarias. Si miramos atrás, la potencia instalada en parques eólicos y fotovoltaicos representaba en 2023 apenas el 5 % de la potencia total en plantas de servicio público. Lo cierto es que Cuba sigue dependiendo de los combustibles fósiles para el 95 % de su generación eléctrica. Varios economistas coinciden en que, sin reformas estructurales en el sector energético, las renovables seguirán siendo fuentes marginales en la matriz energética del país.
Una interrogante lanzada por el economista Ricardo Torres deja una alerta: «¿Cómo es que nosotros hemos llegado a tener un modelo económico que no ha permitido financiar y recapitalizar la industria azucarera para convertirla en un motor de producción de energía para un país como Cuba?».
Mientras la oscuridad se abre paso en el país, el Gobierno vuelve a activar la retórica de «resistencia creativa», una narrativa que intenta camuflar la incapacidad estatal ante las múltiples crisis que hoy inciden en la vida de los cubanos y que tienen el mismo trasfondo: la inoperancia del Estado cubano.
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Frank