La desesperanza, el rechazo al Gobierno y el deterioro de los derechos de la ciudadanía se acrecientan en Cuba. Así lo confirma el V Informe sobre el estado de los derechos sociales que publicó el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) el 20 de octubre de 2022.

Para realizar la investigación, el OCDH entrevistó a 1 127 personas. Las entrevistas se realizaron en 59 municipios de 14 provincias del país entre el 11 de julio y el 10 de agosto de 2022. El Observatorio considera la muestra utilizada representativa de la población cubana mayor de 18 años (9 019 008 personas), de acuerdo con los datos del anuario demográfico publicado por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONEI) en 2017. El margen de error fue de +/-2.8.

Atendiendo a la representatividad de la muestra, el Observatorio estima en su informe que «solo el 14 % de los cubanos espera que su situación personal mejore en un futuro próximo», mientras que el 55 % considera que empeorará.

POBREZA, VIVIENDA Y SANIDAD

El informe también valora que el 72 % de los cubanos entrevistados viven con ingresos inferiores al establecido para determinar el umbral de pobreza global. El estudio se basó en los estándares del Banco Mundial, que desde 2015 y hasta finales de septiembre de 2022 situó el umbral en 1.90 USD diarios.

Para el análisis, la tasa de cambio empleada fue de 1 USD por 120 CUP, aunque en el momento de la redacción del informe el USD superaba los 180 CUP. Señala el documento que incluso los cubanos con ingresos de 10 mil CUP subsisten con 93 centavos de USD al día y «no salen de la pobreza».

En consonancia con lo anterior, el acceso a la alimentación, vestuario, productos de primera necesidad y a servicios de salud son otros de los problemas más acuciantes que padecen los cubanos. En más de la mitad de los hogares de los entrevistados existen dificultades para agenciarse lo mínimo indispensable para tener una vida digna.

Viviendas en Cuba: entre derrumbes, «facilidades temporales» y ciclones

La situación de la vivienda en Cuba es uno de los principales problemas sin solución desde mediados del siglo XX.

De hecho, el 64 % de los cubanos encuestados sostiene que el principal problema de la nación es la crisis alimentaria, escoltada por la Tarea Ordenamiento y la inflación en el mercado. Así, el 54 % considera que su dieta es deficiente y otro 52 % subraya que solo realizan dos comidas o menos en una jornada. Desde enero de 2021 pasado hasta el período de realización de las encuestas del informe (de julio a agosto de 2022), el número de casos que se ha privado de alguna comida diaria se ha incrementado.

Incluso el acceso a los productos normados de la libreta de abastecimiento, cuyo rendimiento no sobrepasa los diez días naturales, también ha disminuido debido a interrupciones en el abastecimiento; de esta manera, un 42 % de los cubanos ha pasado largos períodos sin poder comprar los alimentos básicos regulados.

Aquellos hogares que reciben remesas de familiares o amigos residentes en el exterior pueden enfrentar de una mejor manera la problemática de vivir en Cuba. Constata el documento que el 27 % de las familias poseen el ingreso suficiente gracias a las remesas.

Por otro lado, el informe señala que el 43.5 % de las viviendas de los encuestados necesita reparación, y el 12.3 % está en peligro de derrumbe. A ello se suma que el 15 % de las viviendas no poseen suministro de agua potable, una cifra que ha aumentado en relación con informes anteriores. 

La crisis electroenergética nacional ha incidido en el deterioro de la vida de los cubanos. En la actualidad, la duración de los cortes de electricidad rebasa las seis horas en un 61.7 % de los hogares encuestados, mientras que solo el 4.7 % alega que sus cortes son de menos de dos horas al día.

Yaxys Cires Dib, director de Estrategia del Observatorio, considera que el informe demuestra la situación caótica que vive el sistema de salud pública cubano. El también jurista acuña que «la mayoría de la población interrogada (56 %) se ve en la necesidad de hacer algún tipo de regalo o pagos para ser atendidos en el sistema de salud pública. Ocho de cada diez cubanos no consiguen en la farmacia los medicamentos que necesitan, un 57 % los obtuvo gracias a la ayuda de iglesias (8 %), familiares en el extranjero (17 %) o por otras vías (mercado negro, solidaridad interpersonal y trueques)».

Como colofón, el informe establece que son tres los sectores más desfavorecidos de la sociedad cubana: los adultos mayores, las personas sin acceso a remesas y los desempleados. Los ancianos encuestados se señalan como los más perjudicados, pues de ellos solo el 16 % accede de manera continua a alimentos básicos y el 20 % accede a medicamentos de forma regular.

El informe es el quinto de su tipo que publica el OCDH desde 2019. Desde el primero de ellos, advierte Cires que la organización informó «a algunas instituciones internacionales sobre el descalabro social y humanitario que viviría Cuba».

En este último, la organización ha consolidado la metodología para investigar dentro del terreno cubano a pesar de las dificultades. En Cuba, «todo trabajo independiente a pie de calle es difícil. Esto exige ser prudentes y sobre todo muy profesionales. Nuestros colaboradores sufren la misma realidad que millones de cubanos: apagones, problemas para conseguir alimentos, dificultades para trasladarse. A estos hay que añadir la escalada represiva que se ha vivido en este último año», dijo Cires Dib a elTOQUE Jurídico.

El jurista resaltó que en el documento se consolidan «algunas preocupantes tendencias, como las que tienen que ver con el empobrecimiento, la alimentación y el acceso a medicinas». Y agregó: «pero también es el que alerta [el informe] de que los problemas sociales y los políticos en Cuba están fuertemente ligados. El informe es un fiel reflejo del momento histórico que está viviendo la sociedad cubana. Aunque es obvio que tanto sufrimiento no cabe en unas cuantas cuartillas». 

¿CÓMO VEN LOS CUBANOS EL GOBIERNO?

La investigación mantuvo las directrices de ediciones anteriores e incluyó nuevos indicadores; a saber: la valoración sobre el Gobierno, la confianza en las instituciones estatales, religiosas y de la sociedad civil, y el grado de felicidad y las expectativas futuras de la población cubana.

Como parte de esas inclusiones, el informe determina además que los cubanos entrevistados confían más en las organizaciones internacionales, las iglesias y la oposición que en estructuras del Estado como el Partido Comunista de Cuba (PCC), el Gobierno o los órganos represivos como la Policía Nacional Revolucionaria (PNR). 

Lo que no dijo Soberón sobre la ley de ciudadanía

Las aseveraciones de Ernesto Soberón deben analizarse como parte de un discurso oficial que no implica compromisos reales en materia de ciudadanía.

Para Cires Dib, existe dentro de la ciudadanía una tendencia a considerar el sistema político un problema. De ahí que el 74 % de los encuestados «valoran negativamente la gestión económica y social del Gobierno cubano; siendo “muy negativa” la valoración del 51 %».

La creencia está presente en los grupos etarios más jóvenes. Así, el 54.3 % de quienes tienen entre 18 y 30 años creen que la gestión del Gobierno cubano es «muy negativa». Además, sostienen que son discriminados en el acceso a puestos laborales estatales, en especial, por sus ideas políticas y prefieren migrar hacia el sector privado. Los jóvenes son el sector poblacional más pendiente de la situación de indefensión de los presos políticos. Solo dos de cada diez consideran que podrían mejorar su condición en el futuro.

Los datos ofrecidos por el Observatorio en su informe pueden utilizarse para demostrar el rechazo de los jóvenes al régimen cubano, puesto que el 42 % se refiere al sistema político como el principal problema del país. «“Los nietos de la Revolución” son cubanos que ya no creen en ese proyecto y que no aceptan que les sigan pidiendo sacrificios desde la élite del poder, como les hicieron a sus padres y abuelos», dijo Cires Dib.

A nivel general, en el 55 % de los entrevistados predomina un sentimiento de infelicidad y un 13 % se denomina «completamente infeliz» viviendo en Cuba. La agudización de la crisis económica, sanitaria y el aumento de la represión al disenso interno han repercutido en esas cifras y en el éxodo de 224 607 cubanos hacia Estados Unidos en el año fiscal 2022 (la mayor ola migratoria que ha conocido la nación caribeña, por encima de los episodios del Mariel y la crisis de los balseros).

Luego de la publicación del informe, el diario Granma comunicó que desde el 16 de octubre y hasta el 26 de noviembre de 2022 se realizará en Cuba la Encuesta Nacional sobre la Situación Económica de los Hogares (ESEH), de la ONEI. El propósito es recabar información sobre la situación socioeconómica de los cubanos. Para ello serán encuestados los miembros de 12 mil viviendas de las zonas urbanas del país.

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