El 16 de mayo de 2025, el Banco Central de Cuba (BCC) autorizó a dos empresas canadienses a crear el banco corporativo Novabank S. A. 

La entidad, constituida por Groupe Novinvest Inc. y Les Fonds Génération Nova Inc., promete ampliar las opciones de servicios bancarios para las entidades jurídicas, entre las que se encuentran las formas de gestión no estatal (FGNE) como micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), cooperativas no agropecuarias (CNA) y proyectos de desarrollo local (PDL). 

Aunque todavía existe poca información al respecto —apenas la que se desprende de la Gaceta Oficial que lo autoriza—, la noticia generó entusiasmo en algunos emprendedores que ven una posible vía para obtener préstamos, créditos o facilitar sus operaciones financieras internacionales.

Sin embargo, expertos económicos e incluso algunos trabajadores del sector privado cuestionan si representa una verdadera transformación del acceso al financiamiento o simplemente un mecanismo para resolver emergencias de liquidez estatal.

¿Quiénes están detrás del banco corporativo Novabank que anunció operaciones en Cuba?

El 15 de mayo de 2025, el Banco Central de Cuba autorizó la creación de Novabank S. A., un banco corporativo de capital canadiense que operará con «personas jurídicas». A diferencia de otros bancos corporativos extranjeros, Novabank tendrá mayor capacidad operativa. ¿Quiénes son los inversionistas?

¿Qué cambia con un banco más?

Novabank S. A. no es el primer banco autorizado por el Gobierno cubano que genera expectativas en el sector privado. En 2023, el banco corporativo de capital español Alto Cedro obtuvo una licencia similar. Sin embargo, la entidad europea tenía varias limitaciones —que no tiene la canadiense— relacionadas con el procesamiento de pagos electrónicos, la emisión de tarjetas y el uso de monederos digitales.

Aunque no estaba escrito de manera explícita, como en el caso de Novabank S. A., Alto Cedro también tenía autorización legal para trabajar con mipymes, pues su licencia le permite vincularse con cualquier persona jurídica, condición que adquieren estos negocios privados desde su constitución.

En su sitio web, Alto Cedro especifica que apoyan empresas estatales cubanas, mixtas, ECTEs (Entidades de Crédito de Tasa de Interés Específica o Excepcional) y sucursales extranjeras que desarrollan negocio internacional con Cuba. Del sector privado no mencionan nada. 

Hasta el momento, elTOQUE no ha podido contactar con algún empresario que haya podido realizar operaciones con Alto Cedro. «Muchas veces lo que condiciona el acceso a este tipo de instituciones son las políticas internas y las prioridades de las propias instituciones financieras, quienes en un mercado como el cubano deciden con qué actores es más rentable o menos riesgoso relacionarse», explicó una fuente conocedora del sector financiero.

En su cuenta de X, el economista Pedro Monreal advirtió que Novabank S. A. no es una sucursal ni una oficina de representación ni una entidad derivada de un banco previamente existente en el exterior. Es una creación original en Cuba impulsada por dos entidades relativamente nuevas: Les Fonds Generation Nova Inc. y Groupe Novinvest Inc., ambas surgidas en 2022 y ligadas a Terracam Équipement International, empresa principal del grupo Lussier dedicada al equipamiento de transporte.

«Hasta 2022, el grupo Lussier había enfocado sus negocios en Cuba en el área de equipos de transporte, agregando ese año a su actividad un contrato con la empresa canadiense Rebus Pay para el envío de remesas a Cuba», señaló el economista.

Monreal destaca que «la evidencia disponible indica que Novabank S. A. es una entidad neófita en la actividad bancaria, sin respaldo financiero de gran escala». No obstante, la experiencia previa del grupo en negocios con entidades estatales cubanas y su relación cercana al Gobierno cubano podrían ser claves para entender su creación.

El experto plantea que el anuncio oficial de que Novabank es la primera entidad extranjera autorizada para ofrecer servicios bancarios a mipymes cubanas podría distraer la atención del contexto económico actual, marcado por una severa crisis de liquidez estatal en divisas. De hecho, recientes reportes de prensa han indicado restricciones del Gobierno cubano para la repatriación de divisas a firmas extranjeras, ofreciéndoles la creación de nuevas cuentas en divisas que se alimentan desde el exterior.

«Pudiera adoptarse la hipótesis de que Novabank es un mecanismo de mitigación de la crisis de liquidez estatal en divisas», argumentó Monreal, quien además señala que aunque podría beneficiar a las mipymes, su capacidad real para hacerlo es cuestionable. «La atenuación de esa crisis estatal de divisas es una prioridad del Gobierno cubano. Facilitar la operativa de divisas de Mipymes privadas no lo es».

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Expectativas y realidades

La entrada de Novabank S. A. ocurre en un momento particular para las mipymes cubanas. El ordenamiento del sector privado implementado en julio de 2024 introdujo nuevas regulaciones que han generado (más) incertidumbre entre los emprendedores sobre la estabilidad del marco regulatorio.

A ello se suma la poca información que existe sobre el nuevo banco corporativo canadiense. «Nadie del sector que yo conozca sabe cómo funcionará, dónde tendrán sus oficinas o cuál será el procedimiento para acceder a algunos de sus servicios», explicó a elTOQUE un emprendedor. «No tienen redes sociales, no hay más información oficial que la publicada en la Gaceta. Ni siquiera un reporte en algún medio de prensa estatal».

Según comenta, también han buscado información en medios canadienses, en inglés y francés, pero es todavía demasiado escasa y poco clara la información al respecto. «En mi caso, me interesaría poder tener una cuenta en dólares estadounidenses, pues aunque algunas personas me han dicho que es posible hacerla en el Banco Financiero Internacional (BFI), las resoluciones del BCC solo lo permiten a las “personas jurídicas extranjeras”», dijo el dueño de una mipyme con poco tiempo de creada. Según explicó, la apertura de cuentas en moneda libremente convertible solo está permitida en los bancos Popular de Ahorro (BPA), de Crédito y Comercio (Bandec) y Metropolitano (Banmet). 

Alejandro Vigil Iduate, abogado en un bufete internacional, indicó que con Novabank S. A. también los actores no estatales podrán realizar numerosas actividades financieras, «enfocando la línea de actividad fundamental a las relaciones interbancarias, para pagos fluidos, seguros y protegidos, mediante transacciones financieras confiables y transparentes».

Aunque en varios grupos de emprendedores las expectativas coinciden con el también profesor titular de derecho mercantil y seguros de la Universidad de La Habana, no todos son tan optimistas. «Habrá que ver si realmente se puede operar como muchos esperan». 

Un aspecto crucial que afectan las expectativas sobre Novabank S. A. es su condición jurídica. A pesar del origen canadiense de su capital, la entidad constituye un banco cubano, sujeto a las regulaciones del embargo estadounidense. Esta realidad podría limitar las posibilidades de establecer relaciones bancarias internacionales amplias.

Aun así, para no pocas mipymes, el principal atractivo de un banco extranjero radica en la posibilidad de depositar divisas y realizar pagos a proveedores en el extranjero, pero las restricciones regulatorias podrían frustrar estas expectativas. «A muchos negocios no les vendría mal poder realizar sus operaciones financieras desde Cuba, porque hacerlo desde otros países —por las sanciones estadounidenses y la falta de liquidez y credibilidad de los bancos cubanos— dificulta y aumenta los riesgos y costos de cada transacción», explicó otro emprendedor.

Respecto a la interacción entre las mipymes y Novabank S. A., el economista Pedro Monreal advierte de los riesgos inherentes a las transacciones en divisas frente a un flujo de caja predominantemente en moneda nacional. «¿Habría un régimen cambiario “especial” para Novabank?», se pregunta, y destaca también posibles riesgos crediticios como impagos y falta de garantías suficientes.

Destaca, además, que para cualquier banco extranjero operar en Cuba implica grandes riesgos debido a la inestabilidad económica y la inseguridad regulatoria del país, especialmente al tratar con «actores marginales» como las mipymes cubanas.

Como Monreal, algunos emprendedores prefieren mantenerse escépticos ante las noticias que, días después del anuncio, siguen siendo escasas.

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Capitalización limitada y objetivos inciertos

Un análisis de las empresas fundadoras de Novabank S. A. revela ciertas particularidades: creación reciente (2022) y dirigidas por empresarios del sector del transporte, sin experiencia previa como intermediarios financieros.

Esta estructura empresarial plantea interrogantes sobre la capacidad real de capital disponible para el financiamiento de mipymes y sugiere que la entidad podría tener un objetivo específico, posiblemente enfocado en empresas canadienses con operaciones en Cuba. «Creo que este es un paso previo a la actualización de la tasa de cambio oficial de Cuba», comentó a elTOQUE otro emprendedor.

La evolución de Novabank S. A. en los próximos meses será clave para determinar si constituye una alternativa viable para el sector privado cubano o si responde principalmente a necesidades de liquidez del sector estatal.

Sobre este tema, el economista Pavel Vidal explicó a elTOQUE que la creación de Novabank tiene un efecto simbólico importante, pues por primera vez se permitirá operar en Cuba a un banco con capital extranjero y licencia para conceder créditos al sector privado, algo impensable en el pasado reciente. Sin embargo, habrá que ver con qué nivel de capital y liquidez contará el banco y cómo logrará insertarse en operaciones internacionales sin ser afectado por las sanciones estadounidenses. 

En términos de política monetaria, la nueva institución va a consolidar el proceso de dolarización del sistema financiero. Como la dolarización es parcial y selectiva, el acceso a los servicios financieros y al crédito tendrá detrás la mano de los funcionarios del Estado que decidirán quién sí y quién no.   

La escasa información pública disponible y la falta de transparencia en los procesos de autorización bancaria mantienen abiertas más preguntas que respuestas sobre el verdadero alcance de esta nueva entidad financiera en el panorama económico cubano.