Un reporte de la televisión cubana informó que 34 125 cubanos viven hoy con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), 2 000 personas más que las registradas a finales de 2023.

La cifra revela un aumento en relación con los 1 600, diagnosticados como nuevos casos, en igual periodo de 2023, y con el índice de prevalencia de 1 500 casos anuales como promedio antes de la pandemia de COVID-19.

Hoy se diagnostican entre 1 800 y 2 000 casos, según dijo a la televisión nacional, la coordinadora de la Línea Mujeres del Centro Nacional de Prevención de las ITS-VIH/sida, Martha López Llanes.

De las personas que viven con el virus, el 53 % reside en La Habana.

En total, desde que fue diagnosticado el primer caso en 1986, 42 437 cubanos se han diagnosticado con el virus y más de 13 000 ha fallecido. Las muertes por esta causa disminuyeron de 366, en 2022, a 182, en 2023.

De los primeros cubanos diagnosticados, queda una veintena de personas vivas.

El jefe del Programa Nacional de Control y Prevención del VIH en la isla, Manuel Romero Placeres, dijo a la prensa que la mayoría de las defunciones fueron debido a enfermedades crónicas no transmisibles.

Una de las principales limitaciones reconocidas por las autoridades cubanas está relacionada con el diagnóstico temprano del virus.

Aumentan los casos de VIH/SIDA y casi se duplican los de sífilis

La escasez de condones ha provocado un aumento de las infecciones de trasmisión sexual y se reporta un crecimiento de personas diagnosticadas con VIH/SIDA.

La pandemia de COVID-19 tuvo un impacto negativo directo en la atención a las personas con VIH y el Ministerio de Salud de Cuba no ha podido sobreponerse. Según Jorge Pérez Ávila, médico con más de 30 años de experiencia en la lucha contra el virus, durante los años de confinamiento, muchos pacientes no fueron diagnosticados a tiempo y esa crisis ha retrasado la detección de nuevos casos desde 2022.

«Hemos recibido pacientes en la fase final de la enfermedad con quienes ya no es posible hacer mucho», reconoció Pérez Ávila.

Se estima que en Cuba alrededor de 2 000 personas adquieren el VIH cada año, y la mayor parte son hombres.

El sistema de salud cubano, aunque destaca por su cobertura universal, no ha logrado alcanzar las metas internacionales en la lucha contra el VIH.

El objetivo global es diagnosticar al 95 % de las personas infectadas, tratar al 95 % y que el 95 % de los tratados tengan carga viral no detectable.

Sin embargo, Cuba se encuentra por debajo de estas cifras: a finales de 2023, solo el 87% de los casos fueron diagnosticados y el 87 % de los pacientes alcanzaron una supresión viral.

Las autoridades aseguran que existe una cobertura alta de los pacientes con tratamiento de antirretrovirales (97 %), aunque no han hecho alusión a cómo sufren las consecuencias de la crisis económica y social existente.

Desplome del sistema de Salud. Cuba pierde miles de profesionales

Si se habla específicamente de los médicos, el país contaba en 2023 con 13 303 menos que en 2022. En el caso de los estomatólogos, la disminución ha sido de 3 125 profesionales.

La irregularidad de las dietas médicas que deberían garantizarles un mejor acceso a los alimentos, sumado a la inflación y el desabastecimiento de productos básicos, hace que muchas personas con VIH no puedan tener una nutrición adecuada para optimizar la efectividad de los tratamientos.

Además, la crisis con los condones y otros métodos de prevención ha incrementado la vulnerabilidad de las personas en riesgo.

«Es verdad que en estos tiempos ha sido muy difícil conseguirlos, no los hay como antes en las farmacias, pero los hay», dijo la coordinadora de la Línea Mujeres del Centro Nacional de Prevención de las ITS-VIH/sida, Martha López Llanes. Sin embargo, no dijo dónde.

Según publicaciones en redes sociales, un condón puede costar entre 20 y 110 CUP.

El desabastecimiento de estos productos en los establecimientos de salud ha dificultado la implementación de estrategias efectivas de prevención.