El peso cubano (CUP) registró un nuevo máximo histórico en su depreciación frente al euro y al dólar estadounidense el lunes 5 de febrero de 2024. Alcanzó una tasa de cambio de 1 EUR / 300 CUP y 1 USD / 295 CUP.
También el dólar virtual, la Moneda Libremente Convertible (MLC), registró un incremento de su valor en el mercado informal con una tasa de cambio de 1 MLC / 260 CUP.
El valor del CUP reflejó una depreciación continua durante las últimas semanas, sin señales de estancamiento o disminución.
La Tasa Representativa del Mercado Informal (TRMI) de elTOQUE registró una devaluación progresiva del peso cubano desde que el Gobierno anunció, a inicios de 2024, incrementos en los precios del combustible y de las tarifas del transporte público.
A pesar de que las medidas no se han concretado debido a un fallo informático en el sistema de comercialización de Fincimex, el anuncio tuvo un impacto inmediato en el mercado de divisas.
El 8 y el 9 de enero de 2024, cuando se comunicaron las medidas en la Mesa Redonda, el precio del dólar y del euro no superaba los 270 CUP. Sin embargo, 72 horas después del anuncio la tasa de cambio comenzó a subir.
La anticipación a la puesta en práctica de las medidas provocó un aumento en la demanda de monedas extranjeras; lo cual, ante la limitada oferta disponible, llevó a una depreciación acelerada del peso cubano.
Reflejo de incertidumbres
En comentarios a las publicaciones de la TRMI de elTOQUE, varios usuarios coinciden con los expertos en que el contexto de alta incertidumbre e inestabilidad económica, sin proyecciones gubernamentales concretas, hace que persistan las condiciones que impulsan la demanda de divisas y que la oferta se mantenga restringida.
«La llegada a 300 de la tasa de cambio del CUP / EUR no es una buena noticia para nadie», comentó Javier Rosales. «Muchos bienes y servicios establecen sus precios de acuerdo con la tasa y eso implica más aumento en todo. Es como si la inflación no tuviera límites».
Las Formas de Gestión no Estatales, además, constituyen un sector que demanda tenencia de divisas para pagar sus importaciones, por lo que deben acudir al mercado informal ante la falta de liquidez en el sistema bancario.
Según comentó el socio de una mipyme dedicada a la talabartería, los pagos que hacen a las empresas estatales importadoras y a los proveedores —sea de productos terminados o de materias primas— son en divisas o en su equivalente en MLC.
Como alternativa al escenario cambiario, algunos emprendedores recogen sus ganancias mediante pagos directos en el extranjero o a través de la venta online de sus productos —y solamente a través del uso de tarjetas internacionales—.
«Cuesta mucho no subir los precios de los artículos que se venden en moneda nacional, porque cuando necesitas cambiar a euros o dólares el aumento de una semana a otra provoca pérdidas», explica.
Durante el más reciente Consejo de Ministros se conoció que en febrero de 2024 «se avanzará en la presentación de propuestas para redimensionar el mercado cambiario, la intervención del informal y el control del tipo de cambio en el país, lo que incluye la determinación de la tasa de cambio y la formación de precios».
Alejandro Gil, ministro de Economía y Planificación en ese momento y destituido unos días más tarde, aseguró: «se está trabajando fuerte en esto por el impacto que tiene para el fomento y el estímulo productivo».
Sin embargo, algunas personas consideran que ni siquiera saben cómo van a enfrentar la devaluación del peso cubano mientras no aumenten los ingresos de divisas y la productividad.
«Claro que tiene que devaluarse [el peso cubano]», comentó un usuario. «Si ni el Gobierno, que los imprime, los quiere».
¿Cuál es el «techo» del dólar?
Los mercados cambiarios, como otros mercados financieros, tienen la influencia de las expectativas y se mueven a veces de forma exuberante a partir de determinadas olas de optimismo o pesimismo.
En Cuba —donde el mercado cambiario informal opera bajo dinámicas específicas influenciadas por la política económica del Gobierno—, las restricciones del flujo de divisas, la percepción generalizada sobre la salud económica del país y las expectativas pueden tener un impacto aún más pronunciado en el mercado cambiario.
La anticipación de cambios en la política económica o en la disponibilidad de divisas puede provocar rápidas y significativas variaciones en las tasas de cambio, como se observó tras el anuncio de incrementos de precios que no se implementaron. Lo anterior demuestra cómo las expectativas y la percepción pueden moldear la realidad económica.
De acuerdo con los expertos del Observatorio de Monedas y Finanzas de Cuba (OMFi), la llegada a la marca de 300 CUP por 1 EUR no es una sorpresa.
Los anuncios durante las sesiones de la Asamblea Nacional en diciembre de 2023, inicialmente favorecieron al peso cubano, pero las lecturas posteriores del mercado sobre la política fiscal, la redolarización y el resto de las medidas han penalizado la moneda nacional.
«Desde finales de diciembre de 2023 estamos viendo un incremento de la demanda de divisas por encima de la oferta en los datos que monitoreamos en espacios virtuales», explicó Pavel Vidal, economista cubano e investigador principal del OMFi. «El desequilibrio se mantuvo durante enero de 2024 e impulsó el fortalecimiento de las divisas».
«Viene ocurriendo un incremento de la volatilidad en el mercado informal de divisas que refleja las incertidumbres en relación con las nuevas regulaciones y con las políticas para los aranceles, los impuestos, los precios y las mipymes».
Según argumentó Vidal, una gran incógnita para dilucidar es el efecto de las medidas económicas anunciadas sobre el déficit fiscal, dado que representa la principal fuente de emisión de pesos cubanos que alimenta la inflación y la depreciación del peso en el mercado informal.
«La Ley del Presupuesto del Estado para 2024 deja muchas dudas sobre el impacto que se debería esperar de medidas fiscales contractivas», puntualizó.
La tasa de cambio incorpora la lectura que hace el mercado sobre las visiones y las estrategias que presenta el Gobierno para enfrentar la actual crisis económica, la inflación y el mercado informal de divisas.
En el corto plazo, los factores especulativos y subjetivos ganan relevancia en la explicación de las fluctuaciones cambiarias, mucho más que los elementos fundamentales relacionados con la balanza de pagos y con el sector productivo.
En los primeros días de febrero y en la medida en que la tasa se acerca a 300, se empieza a distinguir una corrección en la demanda de divisas (aunque todavía no se percibe en la oferta).
«En los espacios virtuales que monitoreamos, identificamos que comienza a caer la demanda. Es decir, cae la cantidad de compradores que están dispuestos a pagar la divisa al precio actual», comentó Pavel Vidal, también doctor en Ciencias Económicas. «Lo anterior puede llevar a una desaceleración de la depreciación del peso cuando cruce la marca de 300, suceso al que apunta el escenario central de los modelos de pronóstico del OMFi para febrero», concluyó.
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