Luego de las protestas del 17 de marzo de 2024 en Cuba, circula en WhatsApp y otras redes sociales un mensaje que hace referencia al control de las comunicaciones. En particular, dice que «todas las llamadas serán grabadas» al igual que mensajes en WhatsApp, Facebook y Twitter. El mensaje es FALSO y ha estado circulando por varios países desde 2017.

Su contenido es genérico e impreciso

En el mensaje se lee el texto: «debido a las circunstancias que vive nuestro país, a partir de mañana aparecerán nuevas normas de comunicación, todas las llamadas serán grabadas, todas las llamadas telefónicas se graban, todos los mensajes y llamadas de WhatsApp quedan grabados, monitoreo de Twitter, monitoreo de Facebook, monitoreo de todas las redes sociales y foro».

En la afirmación no se menciona un país en específico ni tampoco se hace alusión a cuál es la situación a la que refiere, lo que facilita su difusión en distintos contextos.

Una evidencia de la antigüedad del mensaje es la referencia a Twitter, plataforma que desde julio de 2023 cambio su nombre por X.

En otro apartado del texto se lee: «Tenga cuidado de no enviar mensajes innecesarios o información que sea contraria a las leyes y la moral» y hace un llamado a transmitir lo antes posible el mensaje.

Se trata de otro rasgo característico de las desinformaciones que apela al temor social para asegurar la amplificación.

En general, el mensaje carece de fuentes confiables y de datos que permitan situarlo en algún país o fecha específica.

Ha sido desmentido con anterioridad por otros medios

En distintos países de América Latina y España ha circulado el mensaje y ha sido desmentido tanto por los medios de comunicación como por autoridades locales.

En 2017, a raíz de su difusión en España a través de las redes sociales, la Policía Nacional publicó un tuit en el que lo desmentía: «Es un #BULO. Confía solo en mensajes de fuentes oficiales y nunca reenvíes si no estás segur@ #StopBulos».

El 30 de marzo de 2020, el medio español Maldita.es desmintió nuevamente la cadena y volvió hacerlo en noviembre de 2020 ante una recirculación del mensaje.

En 2017 el mensaje también se viralizó en México. En ese momento, varios medios de prensa mexicanos lo desmintieron (se puede leer aquí, aquí y aquí). En la cadena se afirmaba que la grabación de las llamadas y el monitoreo de las redes sociales sucedería en Ciudad de México, afirmación que la Secretaría de Gobierno mexicana negó.

También en 2017, el medio colombiano El Tiempo publicó una nota sobre el mensaje compartido en la que hacía referencia a un comunicado del Ministerio del Interior de ese país: «la cartera política aclara que esto NO es cierto y reitera que es garante de los derechos fundamentales y constitucionales de todos los ciudadanos, entre ellos el derecho a la información y la comunicación, lejos de monitoreos o grabaciones sin orden judicial, como lo establece la ley».

Chequeado, en Argentina, verificó en noviembre de 2018 la cadena que se viralizó asociada con los preparativos de la cumbre del G20 que tendría lugar en Buenos Aires. En diciembre de 2019, el medio publicó otra verificación en la que recordó la anterior y reafirmó que la Secretaría de Gobierno de México les había confirmado que se trataba de una falsedad.

En octubre de 2022, elDetector de Univisión desmintió la cadena a partir de una solicitud recibida desde Honduras, donde estaba circulaba en esa época. «El mensaje de ahora es casi idéntico al que circuló en años anteriores. La diferencia está en que en la cadena original se mencionaba al “Gobierno federal” de México y al “Gobierno de la CDMX (Ciudad de México)”, mientras que en la que se difundió en 2022 no hay referencia a países, ciudades ni ningún lugar específico», explica el medio.

A inicios de 2024 el mensaje reapareció en Nicaragua y en Guatemala, donde también ha sido desmentido. 

Es verosímil debido a las restricciones del contexto cubano

No es la primera vez que ante protestas sociales en Cuba una de las respuestas inmediatas del Gobierno es limitar las comunicaciones, en especial vía Internet.

El 11 de julio de 2021, durante aproximadamente 48 horas estuvo bloqueado el acceso a Internet en el país. El Gobierno de Miguel Díaz-Canel ordenó el corte de los servicios mientras duraron las protestas para evitar que se difundieran. Similar situación ocurrió el 14 de julio de 2022, durante las protestas en Los Palacios, provincia Pinar del Río; y el 27 de noviembre de 2020 y el 27 de enero de 2021, durante sendas manifestaciones frente al Ministerio de Cultura.

Aunque reportes recientes dan cuenta de una disminución del ancho de banda en la isla para limitar el acceso más que de un bloqueo total a la red.

Cuba encabeza —junto a Bielorrusia, Rusia, Irán, Singapur, India y Ruanda— el listado de Gobiernos que más barreras ha creado para limitar el flujo de la información fuera de sus fronteras, según el duodécimo estudio anual Freedom on the Net que publicó en 2022 la organización norteamericana Freedom House.

China, Rusia y Cuba entre los países con mayor censura a Internet

Cuba y varios de sus aliados comparten la violación a las libertades de los ciudadanos a través de la censura y los cortes de Internet.

Por otra parte, activistas y disientes han denunciado la vigilancia estatal online en varias ocasiones en Cuba, también lo han hecho organizaciones internacionales como la Alianza Regional por la Libre Expresión e Información; la cual ha identificado que la vigilancia online es un problema grave para la libertad de expresión en países con Gobiernos autoritarios.

Desde 2019 está vigente en Cuba el Decreto Ley 370 «Sobre la informatización de la sociedad en Cuba» que ha permitido impulsar causas penales con amplias facultades para la imposición de multas respecto a publicaciones en Internet que impliquen «i) difundir, a través de las redes públicas de transmisión de datos, información contraria al interés social, la moral, las buenas costumbres y la integridad de las personas».

Desafíos para la libertad de expresión en Latinoamérica: ¿cómo se inserta Cuba en este contexto?

En los países de América Latina en los que predomina el autoritarismo, como en Cuba, las tecnologías de vigilancia masiva suelen ser utilizadas como instrumentos de represión contra expresiones disidentes.

El contexto de censura reiterada en el país hace que mensajes desinformadores —como el que actualmente circula— se propaguen con mayor rapidez y sean creíbles para una parte de la audiencia.