desigualdad

Cuba tiene 11,2 millones de habitantes, de los cuales 9,3% son afrodescendientes y el 26,6% son mestizos, según el último censo, que se realizó en 2012. Investigadores como Mayra Espina observan un “aumento de la pobreza y desigualdad” en el país caribeño, que se acentuó por la reforma económica, sobre todo en grupos que arrastran desventajas históricas como las mujeres, personas no blancas, de la tercera edad y la zona oriental del país, la de menor nivel de desarrollo. La nueva y pujante clase media convive con la masa de cubanos que trabaja para el Estado y cobra unos salarios medios de 25 euros mensuales en peso cubano. O esos pensionistas que agonizan con menos de 10 euros. El Gobierno dice que somos todos iguales, pero claro que hay clases. La élite incluye a los altos cargos del Estado y los militares, que disfrutan de prebendas y una economía ventajosa. Algunos de ellos viven en las mansiones de barrios como Siboney, donde un día vivió la oligarquía del régimen de Batista. Para el resto, la penuria obliga a toda clase de indignidades y pequeños actos de corrupción. Aquí encontrarás todo lo relacionado con la desigualdad en Cuba mostrando desde las esferas más pobres hasta las más ricas.
El reconocimiento de las estadísticas recabadas a partir de observatorios y reportes de la sociedad civil por parte de los organismos internacionales sería necesario para dejar de reproducir una imagen irreal de la situación cubana.
En 1889 Martí publicó «La historia del hombre, contada por sus casas». En 2023, las viviendas cubanas tienen, asimismo, mucho para contar, secretos que develar y lutos que vivir.
Diagnosticar las desigualdades de género en la sociedad cubana requiere producir datos e interpretarlos. Sin embargo, la información que brindan las instituciones gubernamentales es escasa y está marcada por la necesidad de demostrar el avance del Gobierno en temas de género.
Mientras el Gobierno se enfocó durante 2022 en reformas legislativas como vía para abordar el problema de la violencia machista, la sociedad civil independiente posiciona el acceso a la justicia, la reparación y el acompañamiento a las sobrevivientes como una prioridad a atender.
El día antes de las elecciones, el 2 de noviembre, había empezado en La Habana el curso escolar. El problema real para mi es ahora es que mi enano tiene un solo par de tenis y le quedan justos. Justos justísimos.
Qué desconsiderado por parte de la gente evocar con este recorte de periódico aquella frase de Orwell de que “todos somos iguales, pero hay unos más iguales que otros”. O rememorar otras medidas y etapas y procesos, que nos dijeron eran “transitorios”, “temporales”, “necesarios, pero no deseables”.
La red de establecimientos comerciales y la distribución de productos no son equitativas en los diferentes puntos de La Habana, ni está organizada en función de la extensión territorial, la cercanía a las comunidades o el volumen de población residente.
El proceso revolucionario cubano, a partir de 1959, intentó revertir el sistema estructural de desigualdades; sin embargo, persisten brechas sociales y económicas que desplazan hacia los márgenes a las mujeres negras y mestizas en Cuba.
Conversamos sobre el impacto de la COVID-19 en las tramas de desigualdad existentes en Cuba.
En esta entrevista realizada al economista, profesor e investigador cubano Ricardo Torres, para la revista Temas, se discuten interesantes criterios sobre los problemas con la desigualdad creciente en Cuba, las medidas contenidas en la reforma económica y los recientes pasos de “perfeccionamiento” de la llamada Actualización del modelo socialista cubano.

desigualdad

Cuba tiene 11,2 millones de habitantes, de los cuales 9,3% son afrodescendientes y el 26,6% son mestizos, según el último censo, que se realizó en 2012. Investigadores como Mayra Espina observan un “aumento de la pobreza y desigualdad” en el país caribeño, que se acentuó por la reforma económica, sobre todo en grupos que arrastran desventajas históricas como las mujeres, personas no blancas, de la tercera edad y la zona oriental del país, la de menor nivel de desarrollo. La nueva y pujante clase media convive con la masa de cubanos que trabaja para el Estado y cobra unos salarios medios de 25 euros mensuales en peso cubano. O esos pensionistas que agonizan con menos de 10 euros. El Gobierno dice que somos todos iguales, pero claro que hay clases. La élite incluye a los altos cargos del Estado y los militares, que disfrutan de prebendas y una economía ventajosa. Algunos de ellos viven en las mansiones de barrios como Siboney, donde un día vivió la oligarquía del régimen de Batista. Para el resto, la penuria obliga a toda clase de indignidades y pequeños actos de corrupción. Aquí encontrarás todo lo relacionado con la desigualdad en Cuba mostrando desde las esferas más pobres hasta las más ricas.

Brechas de género en Cuba. ¿Qué dicen los datos independientes?
El reconocimiento de las estadísticas recabadas a partir de observatorios y reportes de la sociedad civil por parte de los organismos internacionales sería necesario para dejar de reproducir una imagen irreal de la situación cubana.
En 1889 Martí publicó «La historia del hombre, contada por sus casas». En 2023, las viviendas cubanas tienen, asimismo, mucho para contar, secretos que develar y lutos que vivir.
El día antes de las elecciones, el 2 de noviembre, había empezado en La Habana el curso escolar. El problema real para mi es ahora es que mi enano tiene un solo par de tenis y le quedan justos. Justos justísimos.
El proceso revolucionario cubano, a partir de 1959, intentó revertir el sistema estructural de desigualdades; sin embargo, persisten brechas sociales y económicas que desplazan hacia los márgenes a las mujeres negras y mestizas en Cuba.
Diagnosticar las desigualdades de género en la sociedad cubana requiere producir datos e interpretarlos. Sin embargo, la información que brindan las instituciones gubernamentales es escasa y está marcada por la necesidad de demostrar el avance del Gobierno en temas de género.
Qué desconsiderado por parte de la gente evocar con este recorte de periódico aquella frase de Orwell de que “todos somos iguales, pero hay unos más iguales que otros”. O rememorar otras medidas y etapas y procesos, que nos dijeron eran “transitorios”, “temporales”, “necesarios, pero no deseables”.
Conversamos sobre el impacto de la COVID-19 en las tramas de desigualdad existentes en Cuba.
Mientras el Gobierno se enfocó durante 2022 en reformas legislativas como vía para abordar el problema de la violencia machista, la sociedad civil independiente posiciona el acceso a la justicia, la reparación y el acompañamiento a las sobrevivientes como una prioridad a atender.
La red de establecimientos comerciales y la distribución de productos no son equitativas en los diferentes puntos de La Habana, ni está organizada en función de la extensión territorial, la cercanía a las comunidades o el volumen de población residente.
En esta entrevista realizada al economista, profesor e investigador cubano Ricardo Torres, para la revista Temas, se discuten interesantes criterios sobre los problemas con la desigualdad creciente en Cuba, las medidas contenidas en la reforma económica y los recientes pasos de “perfeccionamiento” de la llamada Actualización del modelo socialista cubano.
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