Mientras el Gobierno cubano admite un alarmante aumento del consumo de drogas ―en particular de la sustancia conocida como «el químico»―, la isla enfrenta una grave crisis del sistema de Salud Pública. En la otra cara de la moneda, el país se anuncia como un destino ideal para el turismo médico, con una amplia cartera de ofertas que incluye programas de rehabilitación para personas drogodependientes. 

De acuerdo con el sitio web Cuba Mundo Médico ―agencia especializada en la promoción de ese tipo de servicios para el mercado internacional―, el tratamiento de adicciones se ofrece en las villas El Quinqué y El Cocal, ubicadas en un complejo turístico en la provincia de Holguín. 

Con una «categoría similar a [hoteles] tres estrellas», cada villa dispone de «habitaciones individuales con baño privado, aire acondicionado, televisión por cable» y servicio de limpieza; así como espacios de ocio como piscina, gimnasio, canchas deportivas y acceso a internet. 

En declaraciones a la revista Destino Salud, Yamila de Armas Águila, presidenta de la Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos S. A. (CSMC), resaltó el diseño personalizado de los servicios. «El paciente es el verdadero centro de la atención», dijo.

¿QUÉ HAY PARA LOS CUBANOS?

El confort y la atención personalizada que se vende a los turistas contrasta con las condiciones de tratamiento que encuentran las personas drogodependientes que residen en Cuba, en un contexto de aumento del tráfico y consumo, según Juan Carlos Poey Guerra, jefe del Órgano Antidroga del Ministerio del Interior (Minint).

Una psicóloga de atención primaria ―que pidió mantener el anonimato― explicó a elTOQUE que el sistema de salud cubano debe brindar atención a las personas con adicciones desde los consultorios. En caso de que algún paciente sea consumidor habitual de una sustancia adictiva, el personal médico de este nivel primario debe reportarlo al policlínico donde se seguirá el caso por la consulta clínica de adicciones.

Las familias o pacientes que deseen buscar ayuda pueden dirigirse al consultorio o acudir directamente al departamento de adicciones de cada policlínico. Si hay un paciente en una condición grave, deben llevarlo al hospital. En dependencia de su estado, pueden remitirlo más tarde a un hospital psiquiátrico o al área de salud correspondiente en su territorio, detalló la profesional de la Salud.

Desplome del sistema de Salud. Cuba pierde miles de profesionales

Si se habla específicamente de los médicos, el país contaba en 2023 con 13 303 menos que en 2022. En el caso de los estomatólogos, la disminución ha sido de 3 125 profesionales.

Sin embargo, denuncias publicadas por medios independientes y en redes sociales describen la precariedad en los servicios médicos, que también alcanza al tratamiento de adicciones. Las negligencias, la falta de medicamentos esenciales y el colapso del sistema de ambulancias son parte de la realidad cotidiana.

En una entrevista para el diario Granma, el doctor Alejandro García Galcerán, director del Centro de Salud Mental de Centro Habana, reconoció «fallos y brechas» en la atención a las personas con adicciones, fenómeno que atribuyó a la situación económica del país. 

«Han disminuido los grupos de atención, existen municipios que no tienen psiquiatra o quienes atiendan directamente el fenómeno de las adicciones. Además, no se hace de manera constante, y los grupos a veces están debilitados o les faltan personal», afirmó.

La disminución en el personal médico que refiere García Galcerán se traduce en casi 43 000 bajas del sistema nacional de Salud cubano en 2023. La especialidad de Psiquiatría no es la excepción. De acuerdo con datos de la ONEI, en 2023, el país contaba con 731 médicos especializados en esa área, frente a los 1 054 reportados en 2021, lo que representa una reducción del 30.7 % en apenas dos años.

En cambio, al referirse al Programa de atención a personas afectadas por adicciones ―uno de los servicios contemplados en la cartera de turismo de Salud cubana―, Lourdes Hernández, psicóloga del Centro Internacional La Pradera, refirió que el equipo médico lo componían especialistas en Medicina Interna, Psiquiatría, Psicología, Fisiatría o Rehabilitación, Enfermería, Nutrición y otras especialidades, «de acuerdo con las necesidades del paciente».

Una de las denuncias públicas de mayor alcance en torno al tratamiento de los cubanos con adicciones fue el testimonio de la influencer Flor Danay Hernández Ochoa, conocida en redes como Flor de Cuba. La joven contó en una entrevista en 2024 que pasó seis meses ingresada en El Quinqué, una de las clínicas destinadas al turismo.

Jóvenes y menores de 18 años involucrados en tráfico de drogas en Cuba

La mayoría de los niños y jóvenes involucrados en el tráfico, tenencia y consumo de drogas son del sexo masculino, aunque también existe una participación significativa de las muchachas. 

«Cogí un carro y me fui para allá porque me cansé de llamar y escribir correos y nadie me contestaba. Cuando llegué, tuve la suerte de que la jefa estaba de viaje. Luego me enteré de que había leído todos mis correos y nunca me respondió. Su sustituta me enseñó toda la clínica y me dijo que los cubanos no podían entrar, salvo que tuvieran una carta del ministro de Salud», contó Flor.

Finalmente, su madre escribió la carta y consiguieron el permiso. No obstante, la influencer criticó que se tratara de una opción vedada a la mayoría de los cubanos. «Este país ha desamparado completamente a los adictos, y cada día son más», aseguró.

La situación de abandono que denuncia Flor contrasta con las palabras del doctor Osvaldo Héctor Ardisana, especialista del Centro de Coordinación y Tramitación de la CSMC, quien aseguró que no tenían «lista de espera ni demoras». 

LO QUE INGRESA CUBA POR EL TURISMO MÉDICO: UNA INCÓGNITA SIN REVELAR

José Ángel Portal Miranda, ministro de Salud cubano, afirmó que apostar por el turismo médico y la exportación de estos servicios genera ingresos que se reinvierten en el sistema público. Pero la crítica situación de los hospitales, y de la atención sanitaria, generan dudas en torno al destino real de dichos recursos.

El tratamiento de adicciones en Cuba para extranjeros tiene un costo base de 16 000 USD por un programa mínimo de 97 días. Los paquetes incluyen alojamiento, alimentación, traslados, exámenes especializados y rehabilitación personalizada, con posibilidad de meses adicionales a 4 050 USD cada uno. La evaluación inicial cuesta 2 500 USD si el paciente no califica para continuar.

Aunque los precios de los tratamientos pueden parecer elevados y privativos ―incluso en países con altos ingresos― en la práctica resultan competitivos en comparación con mercados cercanos como Estados Unidos, México y Costa Rica. Así lo explicó el economista David Jesús Pajón. 

Por ejemplo, los costos en Cuba pueden ser hasta un 70 % más bajos que en Estados Unidos, un factor que atrae a pacientes extranjeros, precisa Pajón. A lo anterior se suma la reputación de «potencia médica» de la que el Gobierno ha alardeado durante décadas y que sigue siendo un gancho para cierto sector internacional.

Aumenta la exportación de servicios médicos mientras continúa la escasez de profesionales en Cuba

En 2023, había más de 22 400 colaboradores cubanos de la Salud en 59 países. En el primer trimestre de 2024, la exportación de los servicios médicos aumentó en relación con igual período del año anterior. 

Sin embargo, poco se sabe sobre los ingresos derivados del turismo de Salud. Entre los escasos datos públicos figura el número de visitantes por motivos médicos, si bien Pajón cuestiona que las cifras incluyan a beneficiarios de convenios de colaboración que no generan transacciones comerciales directas.

Aunque las últimas ediciones de los Anuarios Estadísticos de la ONEI no incorporan esos indicadores, la tesis de maestría de Pajón advierte fluctuaciones significativas en el número de visitantes por motivos de salud entre 2003 y 2015. De esa manera, en 2005 llegaron a Cuba 157 594 personas con el fin de recibir atención médica, mientras que en 2015 lo hicieron solamente 726.

Por otro lado, en su tesis de maestría, el economista cita una investigación de 2015, la cual estimó que entre 2011 y 2014 el país facturó 117 millones de pesos cubanos convertibles por esta actividad, con un promedio de 29 millones anuales, equivalentes (para la fecha) a un monto similar en dólares.

La Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos cuenta con cinco clínicas internacionales en La Habana, 48 salas de atención sanitaria internacional, tres centros de salud y villas antiadicciones, nueve clínicas en polos turísticos, seis centros termales y balnearios, 68 farmacias y diez ópticas. En la actualidad, posee vínculos comerciales con 45 países.