Cientos de miles de cubanos han emigrado tras las manifestaciones de julio de 2021. Al menos 107 de ellos fueron detenidos por protestar en Cuba y luego lanzados al exilio como consecuencia de una brutal represión. Del total, 77 eran hombres, 29 mujeres y una persona no binaria. 

De acuerdo con el informe «Exilios forzados tras el 11J» ―del grupo Justicia 11J―, una buena parte de los cubanos emigrados ha salido del país «como consecuencia del terror implantado por el Estado en la ciudadanía, en relación con la criminalización a personas manifestantes del 11J y otros escenarios de protestas».

Las protestas antigubernamentales del 11J han sido las más populosas desde 1959. Más de 1 000 personas fueron arrestadas por participar en estas y hoy 554 permanecen en la cárcel.

El 11J fue una llama para el despertar social en Cuba. Luego de julio de 2021, se han desarrollado otras 586 manifestaciones con un saldo de 488 detenciones. El régimen ha respondido de forma brutal ante la protesta ciudadana. Los manifestantes han enfrentado desapariciones forzadas, torturas, juicios y altas condenas por supuestos delitos de sedición, altercado, atentado, entre otros. 

Cada condena ha sido un ejemplo de que desafiar al poder tiene consecuencias severas. Tanto así, que el informe asegura que también han sido represaliados los familiares de presos políticos, activistas y otros miembros de la sociedad civil.

Angélica Garrido cuenta cómo fue torturada en Cuba

La activista cubana y exprisionera política Angélica Garrido brindó un desgarrador testimonio sobre su encarcelamiento y la tortura que ella y su hermana, María Cristina Garrido, han sufrido en prisiones cubanas.

La atmósfera de terror y vigilancia constante ha llevado a muchas personas a buscar refugio en otros países para huir del hostigamiento.

Los que salieron de Cuba…

El documento de Justicia 11J ―producto de una investigación en curso― aclara que 77 personas emigradas solo se manifestaron el 11 de julio; 14 fueron participantes exclusivamente de la convocatoria a la Marcha Cívica por el Cambio (15N), el mismo año; 7 participaron solo en alguna protesta de 2022; nueve participaron en dos o más escenarios de protesta desde julio de 2021; y dos mujeres exiliadas son familiares de personas detenidas por participar en manifestaciones o por otras razones políticas. Solo 29 personas estaban vinculadas con la oposición o el activismo cubano. 

Al momento de su salida del país, diez personas habían sido juzgadas, tres de ellas absueltas; 40 sancionadas; 18 liberadas sin cargos y dos obligadas al exilio como forma de castigo. La organización desconoce el estatus penal de 12 personas.

Varios de los ciudadanos fueron multados, privados de libertad y sancionados con trabajo correccional con internamiento. 

«Las sanciones de privación de libertad y de trabajo correccional con internamiento se extienden hasta los 13 años, por el delito de “sedición”. De acuerdo con la documentación de Justicia 11J, estas personas abandonaron el país luego de haber recibido algún beneficio penitenciario (libertad condicional y pase) o al término de la sanción», acota el documento.

Justicia 11J documentó 250 eventos represivos contra familiares de presos políticos entre marzo de 2023 y junio de 2024. El 94 % fueron clasificados de incidentes de hostigamiento. La mayoría de las víctimas fueron mujeres.

Una consecuencia directa del hostigamiento es también la migración. En el informe se identificaron 16 familiares de manifestantes que salieron de Cuba:

1. Ailex Marcano Fabelo (madre de Ángel Jesús Véliz Marcano); 
2. Pedro López, Roxana García Lorenzo, Jonathan López y su hermana menor de edad (familiares de Andy García Lorenzo); 
3. Teresa Rodríguez (madre de Yosney Emilio Román Rodríguez, Mackyani Yosney Román Rodríguez y Emy Yoslán Román Rodríguez); 
4. Deisy Sánchez (madre de Juan Enrique Pérez Sánchez); 
5. José Daniel Ferrer Cantillo (hijo de José Daniel Ferrer García); 
6. Dairon Hernández Pérez (hijo de Loreto Hernández García y Donaida Pérez Paseiro); 
7. Ana León Hernández (madre del joven Elías Rizo León, quien logró escapar del país antes de ser detenido y cuando ya se había ordenado su persecución);
8.  Yusneilys Racet (esposa de Nosley Lázaro Domínguez Linares) y sus tres hijos;
9. la esposa y el hijo de un manifestante anónimo.

Según Justicia 11J, la mayor parte de los exiliados salieron del país de manera irregular por vía marítima o usando las peligrosas rutas migratorias a través de Nicaragua con el fin de llegar a Estados Unidos. 

La organización señaló la complicidad entre La Habana y Managua. Las autoridades nicaragüenses «han colaborado para impedir el libre tránsito de personas forzadas al exilio que han debido recurrir a diversas vías de soporte para resolver la situación migratoria».

Pero no todas las historias de exilio por vías irregulares son exitosas. Un caso concreto es el del preso político Marco Antonio Alfonso Breto, quien fue deportado desde Bahamas el 2 de febrero de 2024.

Denuncias de torturas en Cuba tras el 11J

Los testimonios de maltrato y torturas de quienes participaron en las protestas del 11J desmienten la versión oficial que los niega y colocan en evidencia el abuso institucional cometido.

A su llegada a Cuba, el joven fue llevado a Villa Marista y después trasladado a la prisión de máximo rigor Combinado del Este, en La Habana. 

Alfonso Breto expiraba una condena de cinco años de trabajo correccional cuando en noviembre de 2022 recibió un pase y se fugó. Estuvo cuatro meses escondido hasta que salió de la isla hacia EE. UU., pero recaló en Bahamas.

En Bahamas estuvo en un centro de detención de migrantes del cual escapó. En mayo de 2023 fue apresado nuevamente y golpeado por sus captores. En junio lo llevaron a la prisión de Nassau, donde cumplió ocho meses de cárcel. Bahamas no lo reconoció como refugiado internacional.

Los «por qué»

Migrar siempre es una decisión compleja. En los países de acogida, los migrantes encontrarán problemas para insertarse, barreras idiomáticas, culturas y formas de socialización diferentes, problemas burocráticos, entre otros factores desestabilizadores.

El informe de Justicia 11J recoge que los exiliados viajaron en su mayoría hacia Estados Unidos, España y Alemania.

Las razones de sus salidas son múltiples, pero cada una implica un grado de represión y acoso del Gobierno cubano. Los exiliados se fueron bajo amenazas de cárcel, la imposibilidad de vivir en el país debido a la vigilancia constante, interrogatorios y persecución económica (despidos laborales, cancelación de licencias de trabajo por cuenta propia, decomiso de medios de trabajo y vigilancia en redes sociales).

El informe de Justicia 11J cierra con un grupo de recomendaciones para la sociedad civil cubana y para actores internacionales que incluye ampliar las redes de apoyo para estas personas, documentar sus casos, establecer alianzas para que los exiliados cubanos sean reconocidos como víctimas del régimen e incrementar la presión diplomática sobre Cuba para que cese la represión. También, fortalecer los programas de apoyo a personas exiliadas y condenar de forma pública las acciones de regímenes como Cuba y Nicaragua contra la disidencia cubana.

La salida al exilio en el caso cubano no es mayormente una decisión voluntaria, sino una medida de supervivencia frente a un Estado que reprime por pensar diferente.