El discurso gubernamental cubano a menudo resalta que la isla es segura. Los niveles de seguridad ciudadana en Cuba han disminuido en los últimos años, aunque no exista el narcotráfico, el crimen organizado ni bandas y pandillas criminales —operativas en ciudades de la región y que convierten a países como México y El Salvador en lugares potencialmente peligrosos—.

En marzo de 2023 el presidente cubano Miguel Díaz-Canel aseguró durante una entrevista de la televisora Al Mayadeen, que Cuba es un país donde se puede andar por la calle tranquilamente a las once de la noche.

Díaz-Canel está leyendo periódico viejo, como diríamos los cubanos. Desde hace años, la prolongada escasez, los apagones y la inflación (entre otras causas) han provocado un aumento de robos, asesinatos con violencia e, incluso, de la violencia machista que lleva al feminicidio. El acceso a Internet ha permitido visibilizar los crímenes, cuyos números mantiene ocultos el Ministerio del Interior.

Las historias publicadas en varios medios de prensa independientes y otras pocas expuestas en los medios oficiales (a partir de la presión de usuarios de las redes sociales) parecen sacadas de películas de terror: adolescentes agrupados en pandillas para robar; personas que entran a casas vacías o habitadas para sustraer pertenencias; hombres que matan a sus esposas e hijos; «ninjas» que asaltan autos y guaguas con viajeros internacionales; delitos en la agricultura y la ganadería; y una corrupción galopante.

Aumento de la violencia en Cuba, iniciativas ciudadanas ante la inseguridad

Datos recopilados por organizaciones de la sociedad civil muestran una escalada de crímenes violentos en el país en el 2023. Varias iniciativas ciudadanas presentan sus propuestas para atender el problema de la inseguridad.

Índice de Paz Global en Cuba

De acuerdo con el Índice de Paz Global de 2023 (IPG), Cuba se encuentra entre los países con nivel medio de paz, en el lugar 99 de 163 países. Para Datosmacro.com, el archipiélago «no está en un buen puesto y puede considerarse un país peligroso».

En el informe de 2022, la isla caribeña ocupaba el lugar número 98, tras descender nueve puestos en comparación con el año anterior y ubicarse entre los siete países de Centroamérica y el Caribe que registraron deterioros por aumento de la delincuencia violenta.

En el análisis a nivel regional de 2023 el país no presentó deterioro de paz comparado con 2022, sino que mantuvo indicadores similares.

Cuba ocupa el lugar 116 en el ámbito de seguridad social. Algunos de los aspectos que se miden para ese rubro son el crimen organizado, los conflictos internos, la delincuencia violenta, la inestabilidad política, la tasa de encarcelamiento, las manifestaciones violentas, la influencia de los conflictos externos, los niveles de malestar social, la tasa de homicidio, el terrorismo, etcétera.

En el nivel de militarización, la isla se encuentra en el puesto 22 como el país de América con menos dominio militar interno, aunque es probable que el informe no haya contemplado la intervención de entidades militares vinculadas al Grupo de Administración Empresarial S. A. (Gaesa) en la economía del país. 

El impacto económico de la violencia (gastos y efectos económicos relacionados con la contención, la prevención y el tratamiento de las consecuencias de la violencia) en Cuba en 2022 ascendió a 26 millones de dólares. En este apartado, Cuba se ubica en el puesto 49, con un impacto per cápita de 2399 dólares. 

A pesar de las cifras presentadas en el informe, los indicadores de Cuba siempre pueden tener desviaciones debido a la no transparencia de la data oficial. 

En la región, Costa Rica (con uno de los niveles de pobreza más bajos de Centroamérica y el Caribe) es el país con el mejor indicador de pacifismo. 

Venezuela, México, Brasil, Estados Unidos y Haití son los países menos pacíficos y los más tranquilos son Canadá, Costa Rica, Uruguay y Argentina.

Inseguridad alimentaria y delincuencia: ¿el que no roba no come?

La inseguridad alimentaria que se vive en Cuba hoy ha obligado a muchas personas a recurrir a formas «no legales» para garantizar la comida en la mesa.

Seguridad ciudadana en Cuba

Perfiles falsos asociados a la Seguridad del Estado y al Ministerio del Interior a menudo suelen «lavar la cara» de los organismos para los que trabajan. Con ese propósito publican, generalmente en Facebook, fotos de casos policiales resueltos, de delincuentes apresados y de la devolución de objetos robados a sus dueños. A pesar de lo anterior, la sensación de los cubanos sigue siendo de inseguridad. Basta con leer los comentarios en esas mismas publicaciones. 

A ello se suma que la exposición en redes sociales de los datos personales de los presuntos autores viola el principio de presunción de inocencia e irrespeta la privacidad. 

Aunque en Cuba hay un control estricto de armas de fuego, cada vez son más recurrentes las historias de crímenes con este tipo de armas, algunas de producción casera. Los datos oficiales aseguran que se han esclarecido el 90 % de los casos, pero no informan cifras generales ni cómo se comporta la data en comparación con años anteriores. 

La prensa oficial y los funcionarios reiteran y resaltan que la sensación de un aumento de la violencia en Cuba se trata de una «campaña orquestada desde el imperio para destruir la Revolución». 

A pesar de ello, las historias y los números no mienten. 

Escasez y apagones, el escenario perfecto para el aumento de la delincuencia (+Narración)

En las redes sociales y los medios de prensa han trascendido noticias de robos con fuerza e incluso asesinatos para ocupar vehículos y prendas. Sin embargo, poco se ha informado sobre el aumento de los delitos de este tipo en los últimos años o la conclusión de los casos.

En una reunión gubernamental reciente se supo que el índice delictivo de Las Tunas ha aumentado en un 40 %. Por otro lado, en Sancti Spíritus fue noticia, en julio de 2023, que un grupo de entre 11 y 16 muchachos de 14 a 25 años ocasionaron «lesiones leves y graves» a sus víctimas, a quienes «en ocasiones les sustraían bienes». 

Un editorial de Granma aseguró que, hasta julio de 2033, 12 000 individuos fueron imputados por ser comisores de diversas modalidades delictivas. Aunque aseguran que solo el 8.5 % son hechos violentos, las cifras no pueden compararse con otras previas. 

En el caso de los delitos contra el ganado, las autoridades del Minint reconocieron que existen más de 2 400 personas involucradas y, «con respecto a igual etapa de 2022, casi se ha duplicado el ingreso a prisión por estos delitos». 

Incluso países como España y Canadá han advertido a sus ciudadanos de viajar a Cuba no solo por la escasez de combustible, alimentos y medicinas, sino también por los peligros de robo y acoso sexual.

 A falta de datos oficiales, iniciativas independientes como el Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana (OCAC) monitorea las denuncias, notas, declaraciones y materiales similares publicados en redes sociales y medios de prensa para conformar el Informe de inseguridad pública en Cuba. 

Durante el primer y segundo trimestre de 2023, el OCAC informó 287 reportes de crímenes, de ellos 119 robos y 82 asesinatos. El documento también recoge asaltos y otros tipos de delitos. 

Una investigación realizada por CubaData afirma que el 61 % de los cubanos encuestados dijeron haber sido víctimas de violencia o actos de delincuencia, pero que solo el 14.6 % de ellos lo denunció a la Policía. 

La inseguridad y la violencia en Cuba

En los últimos tiempos, y cada vez con mayor frecuencia, trascienden reportes de personas que son asaltadas o asesinadas en Cuba. Dentro de los actos violentos que terminan con personas fallecidas, los asesinatos de mujeres ocupan un lugar especial.

Situación de la paz a nivel global

El Índice de Paz Global (IPG) 2023 ha revelado una preocupante tendencia en la estabilidad mundial. Este año se registra el noveno año consecutivo de deterioro en el nivel medio de paz global, con una disminución del 0.42 %. La tendencia al declive es constante desde 2008, con solo dos ocasiones de mejora interanual. 

En un análisis más detallado se observa que 84 países experimentaron mejoras en sus niveles de paz, mientras que 79 sufrieron un deterioro. La invasión rusa a Ucrania ha tenido un impacto significativo en la tendencia, colocando a ambos países entre los diez menos pacíficos del mundo. Ucrania destaca como el país con el mayor retroceso en el IPG de este año. 

El incremento en la intensidad de los conflictos globales era evidente antes del inicio del conflicto en Ucrania. El número total de muertes que contabiliza ese apartado aumentó un 96 %, al ser los conflictos internos y externos factores significativos en el incremento. El deterioro se habría observado incluso si se hubiera excluido a Ucrania y a Rusia del análisis. 

Geográficamente, la región de Oriente Medio y Norte de África (MENA) mostró la segunda mayor mejora, pero sigue siendo la región menos pacífica (alberga a cuatro de los diez países menos pacíficos). Por otro lado, Europa continúa siendo la región más pacífica, aunque ha experimentado un deterioro en los tres ámbitos del IPG, exacerbado por las tensiones con Rusia. Europa es ahora menos pacífica que hace 15 años.  

Países como Libia, Costa de Marfil y Afganistán, que sufrieron graves conflictos en las últimas dos décadas, figuran entre los cinco que más han mejorado su situación de paz. 

Cincuenta y nueve países vieron empeorar su inestabilidad política en el último año, comparado con las 22 naciones que mejoraron en el indicador. Los datos reflejan una dinámica global compleja y desafiante en cuanto a la paz y a la seguridad internacionales. 

El Índice de Paz Global fue fundado por Steve Killelea, un emprendedor tecnológico y filántropo australiano. Actualmente, es producido por el Institute for Economics and Peace, un grupo de expertos globales dedicados a desarrollar métricas para analizar la paz y cuantificar sus beneficios económicos. 

El GPI mide el nivel de paz positiva de un país utilizando tres dominios de pacificidad. El primero, conflictos domésticos e internacionales actuales; el segundo, seguridad y protección social; y el tercero está relacionado con la militarización de un país.