Bajo una meticulosa puesta en escena se desplegaron las más recientes declaraciones del presidente cubano Miguel Díaz-Canel en el espacio televisivo Mesa Redonda el 16 de octubre de 2023. La entrevista, orquestada y pulida por el equipo de comunicación de la presidencia de Cuba, tuvo como propósito principal exponer una narrativa que justificara el precario estado social del país.
La vocera oficialista Arleen Rodríguez Derivet formuló las preguntas en lo que fue más un ejercicio de gestión de relaciones públicas que uno periodístico.
La conversación, de manera nada sutil, planteó la idea de que Díaz-Canel contaba con una agenda de trabajo sumamente apretada debido a que es un mandatario «trabajador y revolucionario que se encuentra al tanto de lo que pasa en el país y que dedica todas sus energías a trabajar por su nación».
El diálogo incluyó las clásicas consignas vacías y los llamados a la confianza y a la esperanza, sin informaciones relevantes sobre cómo el Gobierno piensa resolver la crisis del país.
Una de las primeras interrogantes de Rodríguez Derivet fue si Díaz-Canel se consideraba un presidente con mala suerte, debido a la ocurrencia de varios eventos devastadores durante su mandato (el tornado que golpeó La Habana en 2019, el incendio en la Base de Supertanqueros en Matanzas en 2022 y el impacto de la pandemia de COVID-19).
Sin embargo, Díaz-Canel cree que la cuestión está en cómo enfrentar las adversidades y situaciones extremas, mientras echa mano de la propaganda acostumbrada de que «los reveses se pueden convertir en victoria».
Así arrancaba esta obra teatral.
Acto 1: «Sin ordenamiento iba a haber inflación»
La prolongada crisis económica que atraviesa Cuba ha provocado un fuerte incremento de la inflación, la cual ha alcanzado niveles récords. Según estimaciones realizadas por el Observatorio de Monedas y Finanzas de Cuba (OMFi) la inflación en la isla supera el 400 %.
Las cifras actuales son las más elevadas de las que se tenga registro en la historia económica cubana. El máximo previo fue una tasa anual de 183 % en 1993, durante el Período Especial.
Para muchos, la Tarea Ordenamiento (que inició en diciembre de 2020, cuando la maltrecha economía cubana sufría el impacto de la COVID-19) es una de las causas que originó la crítica situación actual.
«No existía el tiempo perfecto para aplicar la Tarea Ordenamiento (...). Nosotros vivimos situaciones de máxima presión y asfixia económica para provocar el colapso de la Revolución; entre ellas, el bloqueo, la subversión externa y una estrategia de comunicación denigrante y llena de odio para desacreditar lo que hacemos», manifestó Díaz-Canel.
De acuerdo con el mandatario, «la economía funcionaba mejor en el primer semestre de 2019, pero empeoró con las medidas coercitivas impuestas por el expresidente estadounidense Donald Trump» y la posterior inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
Díaz-Canel se apresuró en desvincular la aplicación de la Tarea Ordenamiento con la galopante inflación que vive el país: «¿Por qué en el mundo hay inflación y no han aplicado ordenamiento? Porque sencillamente hubo menos opciones de oferta que de demanda».
Aunque en su diseño original la Tarea Ordenamiento previó un aumento de los precios, los ingresos debían crecer mucho más. Sin embargo, la reunificación de la moneda falló y la inflación continúa su aumento año tras año.
Díaz-Canel aludió una y otra vez a las difíciles condiciones externas para justificar su caótica gestión. Aseguró que ni Cuba ni «el mundo no se ha recuperado de la pandemia» aún.
Sin embargo, un análisis del economista Pavel Vidal para IPS Cuba apunta que desde el cuarto trimestre de 2020 al PIB agregado de las economías pequeñas latinoamericanas le restaba un 5 % para llegar al nivel productivo prepandemia; al cubano le faltaba todavía un 9 %. «Las economías latinoamericanas desde el tercer trimestre de 2021 superaban los niveles productivos prepandemia», alertó el especialista.
El proceso de bancarización fue otro de los temas que trató Rodríguez Derivet. Sobre él, Díaz-Canel admitió que se ejecutó en un período de escasez de efectivo y argumentó: «sin bancarización, tendríamos aún menos liquidez».
Entre las deficiencias que reconoció el mandatario está la necesidad de ampliar el mercado cambiario. No obstante, aclaró que la poca divisa que entra al país es para comprar de forma fraccionada el combustible «que no alcanza», para adquirir la canasta normada y otros insumos que son necesarios para mantener a la población.
Acto 2: «Las mipymes formadas en la Revolución»
Sobre el polémico tema de las mipymes, Rodríguez Derivet comentó que algunas personas interpretan la apertura de las formas de gestión como una medida de corte neoliberal.
«Considero bastante ofensivo afirmar que las mipymes son una manifestación del neoliberalismo. Es particularmente hiriente para aquellos como yo, que profesamos una convicción en la construcción socialista basada en la máxima justicia social posible», expresó Díaz-Canel al respecto. Recordó, además, que la creación de las mipymes fue una medida que se encontraba dentro de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
«¿Quiénes están en las mipymes? ¿Son enemigos de Cuba? ¿No son cubanas y cubanos? ¿No son personas formadas en nuestra Revolución? ¿Son contrarrevolucionarios? ¿Están en contra de la Revolución? ¿Quieren tumbar la Revolución?», cuestionó el gobernante.
Reconoció, no obstante, que han existido ciertas «desviaciones» en el funcionamiento de algunas mipymes (por ejemplo, los elevados precios). La solución, según planteó, es perfeccionar las relaciones entre los distintos actores de la economía y tener reglas claras, precisas y coherentes que no permitan distorsiones.
Acto 3: La «migración fracasada»
Cuba vive la mayor crisis migratoria de su historia desde finales de 2021. Según estadísticas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), durante el año fiscal 2022 entraron de manera irregular a Estados Unidos 224 607 cubanos. Las autoridades estadounidenses informaron que entre enero y agosto de 2023 más de 45 000 cubanos habían llegado bajo los procesos de libertad condicional (parole humanitario).
En las últimas semanas, el flujo migratorio de Cuba hacia Estados Unidos se ha disparado y han llegado 12 697 migrantes cubanos solo en agosto. El incremento representa aproximadamente un 70 % más en el total de encuentros con respecto a julio y supera en más del doble los eventos reportados en enero de 2023.
Díaz-Canel intentó restarle importancia al grave panorama y expresó que se trata de un «fenómeno cíclico inducido por Estados Unidos». Sobre la emigración fundamentalmente de jóvenes, profesionales y de mujeres en edad reproductiva dijo que es cierto, pero que también había que hablar de «los que se quedan».
«No tiene que haber una ruptura con los cubanos que abandonan el país, de hecho, hay muchos interesados en tener proyectos en Cuba para que el país avance. A otros los llenan de odio y yo creo que en ese odio hay una situación de no reconocer su fracaso, porque hay muchos que no encuentran el sueño americano y se encuentran en una situación de seguridad social peor que la que tenían en Cuba», destacó.
Acto 4: Viajar por el mundo y ¿negociar?
Durante la entrevista, el mandatario aseguró que prioriza las visitas a las provincias cubanas y el contacto con la población. Sin embargo, del primero de noviembre de 2022 al 31 de agosto de 2023, Díaz-Canel ha pasado uno de cada siete días fuera del país. La frecuencia de sus viajes al extranjero ha sido objeto frecuente de cuestionamientos ciudadanos.
El presidente se justificó y dijo que sus viajes eran una medida para evitar el aislamiento del país y facilitar negociaciones de relevancia que han culminado en la firma de acuerdos y convenios concretos de inversión y comercio; los cuales, lamentablemente, no siempre pueden hacerse públicos, explicó. Afirmó, además, que al Cuba liderar el Grupo de los 77 tiene numerosos compromisos que también lo obligan a desplazarse.
No obstante, a pesar de la crisis actual no se han suspendido los recorridos gubernamentales. Hace pocos días, por ejemplo, Manuel Marrero e Inés María Chapman estuvieron por Baracoa y Maisí, por supuesto, en un viaje «de la ida por la vuelta».
A propósito de su reciente visita a Nueva York, Díaz-Canel hizo alusión a las entrevistas privadas que sostuvo e indicó que tuvieron el propósito de esclarecer dudas sobre la situación de Cuba ante personalidades interesadas por la realidad del país. Destacó que se logró generar comprensión, admiración y sensibilidad hacia los desafíos que enfrenta la isla, con la meta de removerla de la lista de países patrocinadores del terrorismo.
En cuanto a la reelección de Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, cuestionada por activistas y organizaciones internacionales dado el historial de represión y violación de derechos en la isla, Díaz-Canel resaltó el logro y lo catalogó de solidaridad con la nación cubana.
En el desenlace de la entrevista, Miguel Díaz-Canel reiteró la importancia del «reunionismo» [sic] como vía para abordar y resolver los desafíos que enfrenta el país. De igual forma, aseguró que existe un compromiso por parte de los servidores públicos de informar sistemáticamente a la población sobre los asuntos que son de su competencia y de rendir cuentas, no solo en momentos complejos.
Paradójicamente, la declaración llegó a solo unos días de que se anunciara el acuerdo de la Asamblea Nacional del Poder Popular de que se pospone hasta 2024 el proceso de rendición de cuentas de los delegados municipales.
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