La situación actual de la influenza aviar y el creciente número de brotes preocupa a la comunidad internacional por su llegada a diferentes zonas geográficas. En Cuba, los primeros casos se dieron a conocer el 7 de febrero de 2023 a través de una nota del Centro Nacional de Sanidad Animal (Cenasa) en la cual las autoridades sanitarias confirmaron la presencia de la enfermedad en aves silvestres del Jardín Zoológico de La Habana, ubicado en avenida 26, municipio Plaza de la Revolución.
Aunque las autoridades afirmaron que el brote está controlado, se han activado las alertas por su posible propagación en el territorio nacional y se multiplican las interrogantes sobre el peligro que podría ocasionar en los humanos.
Gripe aviar: ¿qué pasa en el mundo?
La influenza aviar, detectada por primera vez en 1996, es una infección viral contagiosa que no tiene tratamiento específico y afecta a aves silvestres y domésticas, con una alta mortalidad.
Las aves silvestres suelen cursar una enfermedad leve o asintomática. Sin embargo, el patógeno de influenza tipo A, y el subtipo H5N1 que circula mayormente en el mundo, se ha mostrado implacable cuando alcanza aves de corral, con una letalidad que alcanza entre el 90 % y el 100 % de los ejemplares enfermos.
La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) señala el aumento de los brotes, sin precedentes en gran parte del mundo desde octubre de 2022, incluido el contagio por primera vez entre mamíferos, categoría en la que se incluye el ser humano.
De acuerdo con la base de datos de OMSA, en la que se cuantifican los reportes de los casos en el planeta y la evolución según la estación del año, la propagación de la enfermedad suele ser más baja en septiembre, aumenta en octubre y alcanza su punto máximo en febrero.
En el informe de Eurosurveillance, revista del Centro Europeo para la Prevención y Control de las Enfermedades, se argumenta que en una granja de visones en España el patógeno de las aves al parecer ha logrado transmitirse de mamífero a mamífero. Otro ejemplo son los brotes letales en lobos marinos en Perú. En este último caso, los expertos apuntaron: «No podemos descartar la transmisión directa entre leones marinos».
En los estudios no se descarta que el virus se haya adaptado a los mamíferos y que se esté produciendo, incluso, una transmisión entre especies. Además, advierten que es necesario continuar las investigaciones porque, si surgen mutaciones, el riesgo de contagio entre personas aumenta y podría desencadenar una nueva pandemia.
Hasta el momento, los humanos solamente han enfermado por contacto directo con animales infectados; principalmente en corrales, granjas o en mercados de animales vivos, y el número de casos humanos sigue siendo muy reducido en comparación con la cantidad total de aves y mamíferos afectados.
El primer caso humano se detectó a principios de 2022 en Reino Unido, tras realizar pruebas de laboratorio durante un estudio de contactos con aves infectadas en una explotación avícola. En total, «durante 2022 se notificaron siete casos esporádicos en seres humanos a nivel mundial asociados a exposiciones a aves de corral. En cuatro de estos casos, no se notificó ningún síntoma respiratorio. En tres casos, se registraron cuadros graves de la enfermedad, incluida una muerte. En ninguno de estos casos hubo transmisión interpersonal», apunta la página web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo que la enfermedad sigue siendo poco común en las personas. Las estadísticas señalan que entre 2003 y marzo de 2022 se han registrado 864 casos en personas y 456 fallecimientos. En específico, en la región sudamericana se confirmaron dos infecciones: la primera en abril de 2022 en Estados Unidos y la segunda el 9 de enero de 2023 en Ecuador. La infección en todos los casos ocurrió por contacto directo con animales enfermos.
Sin embargo, el máximo representante de la OMS instó a las naciones a vigilar de cerca el comportamiento del virus en los animales y también afirmó que, aun cuando el riesgo para las personas es bajo, hay que prepararse por si cambia la situación.
Consecuencias para Cuba
Cuba, de acuerdo con los criterios de OMSA, mantiene su estatus como libre de influenza aviar porque los casos solo se han manifestado, hasta ahora, en aves silvestres cautivas y no en aves de corral. Las autoridades sanitarias insisten en que el brote de la enfermedad en el zoológico habanero está controlado, aunque la institución continúa en cuarentena.
Pero, ¿cómo llegó la gripe aviar al territorio nacional? Los causantes son los corredores migratorios de aves originarias de América del Norte, específicamente Canadá y Estados Unidos, que cruzan la región dos veces al año. El zoológico de la capital cubana es un sitio en el que con frecuencia se observa la presencia de dichos animales, explicó Cristóbal Arredondo Alfonso, director general del Cenasa.
Tras los primeros casos es importante mantenerse alerta porque como los procesos migratorios son algo natural e inevitable, resulta imposible detener el flujo de ese tipo de aves sobre y dentro de la isla.
Además, existen otras razones para estar atentos. Primero, las condiciones que presenta el zoológico habanero, pues no se eliminaron las aves cercanas a las infectadas debido a su condición de especímenes raros, en peligro o de baja o única presencia en el país. Hoy, se mantienen en aislamiento mientras no presenten síntomas; de lo contrario, se sacrifican.
El segundo punto a considerar es el hacinamiento y la presencia de mamíferos próximos a las zonas destinadas a aves de colección o en contacto con pájaros silvestres; lo cual aumenta el riesgo que plantea el parque habanero de que ocurra un salto del virus entre especies.
Por otra parte, en Cuba la industria avícola se concentra en su mayoría en la producción de huevos. El alimento codiciado y casi desaparecido de la dieta diaria por sus altos precios podría encarecerse aún más. Incluso la escasísima producción nacional de pollo, que ha llegado a disminuir a la mitad en el último año en Ciego de Ávila y Santiago de Cuba por la falta de alimento animal y el deterioro de las granjas, pudiera volverse inexistente.
Otro golpe para los habitantes del archipiélago podría ser la disminución de las importaciones de carne de pollo, que alcanza las 277 mil toneladas en EE. UU. (donde más de 50 millones de aves se han visto afectadas por la enfermedad y existen reportes oficiales de la reducción de la producción de huevos y la subida de precios a récords históricos en 2022).
Las miradas también se dirigen a Brasil, segundo mayor exportador estable de pollo a Cuba, que aunque no ha informado hasta el momento de la existencia de casos de influenza aviar, no está exento de peligro por encontrarse también en las rutas migratorias de las aves silvestres.
La alta demanda de la carne de pollo en la isla no logra satisfacerse ni siquiera a través de la venta regulada por la libreta abastecimiento. Esta situación, combinada con la muy baja producción nacional (sin solución productiva a la vista), pone en el centro de atención la evolución del patógeno más allá de las fronteras cubanas.
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