Los cubanos pagan sumas exorbitantes por servicios médicos que deberían estar garantizados. Una consulta inicial de cirugía puede costar 150 USD; un traslado en ambulancia, 5 000 CUP; y una cama de hospital se cotiza entre 150 y 200 USD. Todo esto sucede en un país donde el salario medio estatal no llega a los 20 USD mensuales.
Hoy el sistema de Salud funciona, en gran parte, como un mercado paralelo ilegal, y el acceso depende del dinero o de las «relaciones» en el sector. Así lo documenta una investigación conjunta de Casa Palanca y Cubadata, que revela cómo se ha ido privatizando, de facto, la atención médica en el país.
Los datos del estudio muestran la magnitud de la crisis. El 80,1 % de los cubanos consultados necesitó atención médica en el último año. Sin embargo, solo el 9,2 % pudo acceder a los servicios que requería. Más de la mitad recibió atención de manera intermitente y un 13 % nunca logró ser atendido. Además, el 74,3 % pagó por servicios o medicamentos en el mercado informal y un 78 % recurrió a «contactos» para obtener una consulta, un tratamiento o un diagnóstico.
Mientras las farmacias permanecen casi vacías y aumenta el éxodo de los profesionales de la Salud —debido, en gran medida, a los bajos salarios y las pésimas condiciones laborales— el Gobierno mantiene unos 24 000 médicos desplegados en misiones internacionales que, solo en 2024, generaron más de 5 400 millones de dólares. Sin embargo, entre el 75 % y el 90 % de esos ingresos no llega a los profesionales, sino que es retenido por el Estado. ¿A dónde va a parar el dinero? Por otro lado, los reportes ciudadanos muestran hospitales con techos agrietados, filtraciones y pésimas condiciones higiénicas.
Aunque la salud en Cuba sigue siendo oficialmente «gratuita y pública», en la práctica se ha instaurado un sistema donde el acceso a medicamentos y tratamientos depende, cada vez más, de pagos informales y mecanismos paralelos. Esa «mercantilización» no regulada refleja la escasez de recursos y las condiciones precarias de los hospitales y policlínicos. Así, el sistema enfrenta un deterioro significativo, tanto en su infraestructura como en la capacidad de mantener a sus profesionales, afectando la calidad de vida de los cubanos.
Moa: La tragedia oculta tras el níquel no tiene fecha de solución
Un nuevo drama sacudió recientemente al poblado de Moa, en Holguín. Se trata de un problema más visible y mediático debido a las denuncias de sus habitantes. El 7 de julio de 2025, diez hornos industriales de la empresa Ernesto Che Guevara liberaron emisiones tan densas que, según vecinos, la nube roja cubrió casas y calles durante un día entero. Aunque las autoridades aseguraron que se trataba de un mantenimiento rutinario, los habitantes alertaron de problemas respiratorios, irritación ocular y brotes en la piel.
Un reporte de Moa TV indicó que «la producción no podía detenerse, pero el mantenimiento era imprescindible para evitar un colapso ante la acumulación de mineral en la estructura». El director general de la Empresa, Alexander Garcés, aseguró que no habrá una solución inmediata para la contaminación. «No es cuestión de uno y dos días. Lleva tiempo, nos va a llevar meses, quizás años (...) cambiar la cara ahí en las plantas, específicamente en el tratamiento de gases en horno. El reporte mencionó que la capitalización de la empresa solo ha avanzado un 25% de lo planificado.
Recientemente el Ministerio de Energía y Minas admitió fallos en los electrofiltros que deberían retener las partículas dañinas. Lo cierto es que la contaminación en Moa no es un fenómeno nuevo. Desde hace más de una década, médicos y pobladores asocian la actividad minera con tasas elevadas de asma infantil y cáncer de pulmón. Además, varios estudios académicos han concluido que la incidencia de cáncer, en Moa, ha estado entre un 30% y un 40% por encima del promedio provincial.
Pese a que la exportación de níquel generó más de 2 300 millones de dólares entre 2019 y 2023, la riqueza no se traduce en calidad de vida para los moenses. Mientras el Gobierno celebra los 30 años de la empresa mixta Moa Nickel S.A., los vecinos siguen respirando gases tóxicos y pagando, con su salud, el precio de uno de los negocios más lucrativos del régimen.
Si quieres saber más de estos temas, mira el nuevo episodio de Radiografía de Cuba, un videopódcast de elTOQUE en alianza con la Fundación Konrad Adenauer.


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