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La casa sigue ahí, pero hace mucho que no es un hogar. En Cuba, las casas cerradas se han convertido en mausoleos de recuerdos. Un día estaban llenas de vida, al siguiente son testigos mudos de la ausencia.

«Era difícil intuir que una política como el Ordenamiento, que no por gusto fue pensada y recontrapensada durante diez años, no buscaba otra cosa que dar el paso decisivo para arribar a lo que soñaron Marx, Engels y Lenin: la desaparición del dinero. Sin tanto estudio ni teoría, Murillo y Gil lograron demostrar que el salario no sirve para nada». Escribe Jorge Fernández Era

Que el extremismo de Trump engatuse a parte de la opinión pública estadounidense es comprensible. En cambio, que una proporción similar de cubanos se vea contagiada por un fervor para el que debían estar inmunizados lo atribuyo a la pobre capacidad humana para aprender colectivamente de su pasado.

«En el recorrido del primer secretario del Partido por los municipios de Jaruco y San Nicolás de Bari la comitiva visitó una fábrica de salsa de soya que no produce salsa de soya, una fábrica de pienso que no produce pienso y un central azucarero que no produce azúcar». Escribe Jorge Fernández Era.

«—En Granma, en un artículo titulado "Cables cruzados", se ponderan las conexiones clandestinas de electricidad: "Un cable de aquí para allá o de allá para acá, para que conectes el refrigerador, un ventilador o veas la novela, porque, todavía hoy, un cubano o cubana sin novela es un rastrojo de tristeza". —De la novela se encarga la televisión. De los cuentos, ellos». La sátira de Jorge Fernández Era, a propósito de los apagones y el discurso oficial sobre la crisis energética.

Miles de cubanos con I-220A han construido sus vidas en Estados Unidos: trabajan, estudian y crían a sus hijos en un país que ahora los mira con más desconfianza. A pesar de los desafíos, son parte activa de la sociedad.

«En medio del primer colapso de 2025, no tengo comunicación con mi mamá, que en un hospital de Tampa lucha por su vida. No puedo verla, no puedo tocarla ni escucharla. La política no afecta a quienes nos dirigen, no le duele a quienes la dictan. Le duele a los padres, a los hermanos y a las familias cubanas».

«—¿Te parece poca la intrepidez de presentar en el espacio de Ideas Multimedios una de las experiencias más revolucionarias e innovadoras de los últimos años: el nacimiento, mediante inteligencia artificial, de Rosalba, «la primera presentadora avatar de la radio cubana». —Con tres avatares más en la emisora, los periodistas pueden dejarlos trabajando e irse a marcar al cajero automático para cobrar por el trabajo que no hacen». La sátira de Jorge Fernández Era, a propósito de la Jornada de la prensa cubana.

«—Ayer, mientras disfrutaba el nuevo apagón masivo, me entretuve en repasar algunos subrayados hechos en los últimos días a nuestra prensa nacional. —¿No temes con ello a un apagón neuronal masivo? —Tuve mis reservas. La lectura del Granma ha desplazado a las enfermedades cardíacas como principal causa de muerte…» Escribe Jorge Fernández Era

En medio de una avalancha de filtraciones sobre los nuevos planes migratorios de Trump, ha circulado la posibilidad de que Cuba sea incluida en una lista roja que restringiría el acceso de sus ciudadanos a EE. UU. Sin embargo, hasta ahora no existe un documento oficial que confirme una prohibición total.

No podemos encajar en un molde que borre nuestras diferencias. Crecer mujer en una sociedad que impone límites antes de que podamos imaginar otras posibilidades es una violencia que muchas asumimos como normal.

«—Pobrecitos los mambises si, a falta de transporte equino, tuvieran hoy que sustituirlo por bicis para invadir Occidente. —No hará falta: Canel acaba de hacerlo. Dice que era importante para él, “en lo emocional, en lo sentimental, visitar el monumento que recuerda la culminación de aquella gesta heroica que comandó Maceo durante noventa días de sacrificio y carga al machete”. —Igual de heroicas son las setenta jornadas de sacrificio que llevamos los cubanos en el 2025 entre apagones, falta de gas, escasez de pan…». Jorge Fernández Era comenta desde la sátira la «bicicletada antimperialista» en La Habana.

«—Canel defendió en el Taller de la Ñico López “una formación integral con contenido ideológico sólido, adaptada a los tiempos, que inspire y motive a las nuevas generaciones, manteniendo a Cuba como un faro de esperanza para el mundo”. —¡¿“Faro de esperanza para el mundo”?! ¡¿Con qué luz?!». Escribe Jorge Fernández Era

«En la más reciente comparecencia televisiva del ministro de la Industria Alimentaria, este confirmó que “se cuenta con cuotas de pescado, y hemos tenido que trasladarlo desde África a Cuba, con empresarios que piden que no divulguemos sus nombres o tipos de empresa por temor a represalias”. De inmediato, los odiadores preguntaron en sus perfiles a cuántas libras de pescado asciende esa cuota que tenemos por allá, y si es normada». Escribe Jorge Fernández Era

Una amiga y yo habíamos prometido tatuarnos a los 35. Suponíamos que era una edad que significaba algo, aunque no teníamos certeza de qué. A los 35 se cumplieron cinco años de mi exilio, ocho años de mi hijo y cuatro años sin pisar Cuba.

En un apagón de los noventa mi padre me dijo, recostado en la baranda del balcón, que todo se había acabado y que no había nada que hacer, que los sistemas totalitarios no se caían en picada sino planeando, y que en esos momentos estábamos en medio de ese sutil descenso.

Me costó dormir sola hasta los seis años, más o menos. En algún momento de la noche siempre terminaba camino a la cama de mi mamá, buscando algún tipo de refugio en sus abrazos. El sentimiento de que, en medio de la noche, todo iba a estar bien.

«—Atiendan acá —dijo la funcionaria del Banco después de traspasar la puerta que la separa del público—. ¡Se organizan o no vamos a atender a más nadie! —¡Organícense ustedes! Llevamos cuatro horas aquí y esta cola no camina. ¡Caballero, que desde que se inventaron la criptomonetización todo se ha complicado más! —Entienda, señora, que es un proceso gradual». La sátira de Jorge Fernández Era a propósito de la reaparición de las criptomonedas en el discurso oficial.

Damir y su madre no deben ser torturados más que lo que las circunstancias de su enfermedad les imponen. Ellos merecen ser ayudados, auxiliados, protegidos y salvados, también de los poderes políticos que no se cansan de intentar sacar rédito de cada coyuntura.

En Cuba nos preocupamos cuando nos moja, un poquito, una ola descarriada en el malecón habanero, imagínense un tsunami.

Según el economista Miguel Alejandro Hayes, la tasa flotante anunciada por Cuba no logrará reemplazar el mercado informal de divisas.

Cuando dejamos de preocuparnos por los demás, cuando nos volvemos indiferentes, algo se rompe. Y esa fractura es peligrosa. Una comunidad dividida es fácil de manipular, fácil de controlar, porque ha perdido lo que la hace fuerte: la cohesión.

«—Nuestros dirigentes no dejan de hacer. —No dejan hacer, querrá decir. ¿Con qué moral habla Marrero de «denunciar las chapucerías y las cosas mal hechas» y de que «se dejan de hacer otras que no tienen que ver con el propio autobloqueo»? —Si el compañero Marrero menciona el autobloqueo es por la gente en la base, que no es capaz de seguir la bujía inspiradora. —Que ya precisa una bujía de repuesto». Escribe Jorge Fernández Era.

«¿Hay apagón, Yaya?», le preguntan mis hijos a su abuela mientras la ven por la pantalla del teléfono. Han sido tantas las veces que han escuchado a mi mamá decirme: «Ay hija, seguimos en apagón», que repiten la frase sin entender bien lo que significa.

Le tengo miedo a Trump. A Trump y a sus medidas. No a las medidas de hombro a hombro ni de circunferencia del cuello, sino a todo lo que se le puede ocurrir mientras duerme, si es que duerme.
MERCADO INFORMAL DE
DIVISAS EN CUBA (TIEMPO REAL)

Opinión

«Era difícil intuir que una política como el Ordenamiento, que no por gusto fue pensada y recontrapensada durante diez años, no buscaba otra cosa que dar el paso decisivo para arribar a lo que soñaron Marx, Engels y Lenin: la desaparición del dinero. Sin tanto estudio ni teoría, Murillo y Gil lograron demostrar que el salario no sirve para nada». Escribe Jorge Fernández Era
Que el extremismo de Trump engatuse a parte de la opinión pública estadounidense es comprensible. En cambio, que una proporción similar de cubanos se vea contagiada por un fervor para el que debían estar inmunizados lo atribuyo a la pobre capacidad humana para aprender colectivamente de su pasado.
«En el recorrido del primer secretario del Partido por los municipios de Jaruco y San Nicolás de Bari la comitiva visitó una fábrica de salsa de soya que no produce salsa de soya, una fábrica de pienso que no produce pienso y un central azucarero que no produce azúcar». Escribe Jorge Fernández Era.


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