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Foto: elTOQUE.
Costos de una mipyme: las divisas que no puede garantizar el Gobierno
12 / febrero / 2025
El Gobierno cubano reconoció en octubre de 2024 que no sabe cómo resolver la escasez de divisas. Durante una reunión con cerca de un centenar de dueños de mipymes, la viceministra de Economía y Planificación (MEP), Johana Odriozola, dijo que «el país trabaja en la búsqueda de una solución».
Odriozola aseguró que es un tema complejo que no se resuelve con una norma jurídica ni con los insuficientes espacios para el «reaprovisionamiento» de las divisas. «Es un tema de mecanismo económico que constituye uno de los cuellos de botella que enfrenta la economía cubana, tanto estatal como privada».
La falta de liquidez, que ha provocado el estancamiento de la economía, es uno de los asuntos que el Gobierno cubano pretende resolver, en parte, a través del capital de los emprendedores.
Encadenamientos con la ineficiencia estatal
En la reunión, el ministro de la Industria Alimentaria Alberto López Díaz, propuso a los «mipymeros» «encadenarse» con la empresa estatal que pondría sus recursos ―equipamiento, transporte, mano de obra calificada, tecnología e inmuebles―, mientras los privados pondrían la materia prima e insumos para la producción de alimentos.
Según informó López Díaz, existen 14 renglones cuyos volúmenes de importación superan los 623 millones de dólares, y en su mayoría, importan productos terminados y listos para la venta.
«Nosotros les vamos a proponer cómo podemos lograr alianzas, y multiplicar con ese mismo dinero, mayor producción, mayor ingreso y mayor funcionamiento de la industria», dijo.
La solución gubernamental es utilizar las divisas del sector privado para echar andar sus industrias, pero no puede garantizar la recuperación de ese capital para la sostenibilidad del «encadenamiento».
«Nosotros vamos a aportar el capital duro, y si ese reaprovisionamiento [de divisas] no lo puedo hacer después de la primera operación, no puedo hacer la segunda, porque para comprar en el mercado internacional tengo que llegar con la moneda dura», dijo Manuel Martínez, socio de la de la Mipyme Sociedad de Pérez
Según explicó, muchos proveedores exigen pagos por adelantando y, por tanto, necesitan garantizar el poder acceder a las divisas para reiniciar el ciclo productivo. «Es un problema que tenemos que resolver».
Varios meses después, en enero de 2025, Alberto López Díaz dijo a la prensa que «en 2024 se produjeron más de 55 000 toneladas de alimentos con materias primas de empresas privadas; si no lo hubiéramos hecho, la situación fuera más compleja».
La única solución encontrada por el Gobierno cubano hasta el momento, es la venta de productos en tiendas en dólares.
La escasez de divisas es el problema principal
No es la primera vez que la escasez de divisas aparece como uno de los principales problemas para la sostenibilidad de los negocios privados en Cuba.
Durante una reunión con autoridades del comercio exterior y del Ministerio de Finanzas y Precios, emprendedores habaneros aseguraron que los análisis que hace el Gobierno para imponer impuestos y topar precios se basan en una tasa de cambio distorsionada.
«Mientras el Gobierno no pueda garantizar divisas en sus instituciones financieras, no es posible calcular los costos de las importaciones y productos al tipo de cambio oficial. El producto se calcula según lo que se haya gastado para comprar las divisas», dijo el contador de una mipyme.
Según explicó, el programa Versat Sarasola ―herramienta estatal para la gestión contable― usa la tasa de cambio oficial de 1 USD por 120 CUP, cuando en realidad ese valor fluctúa según la tasa de cambio informal a la que se ven obligados a acudir para adquirir divisas. «Y en la informal el precio triplica la tasa oficial, por lo que cualquier cálculo es falso».
También dijo que muchos contadores ―y el propio programa Versat― están preparados para modificar a diario la tasa de cambio.
«Hoy estamos haciendo costos ficticios cuando hacemos el proceso contable de alguna importación de mercancía», afirmó.
En las reuniones entre emprendedores y funcionarios que ha reportado la prensa estatal, la respuesta de los funcionarios ante la incertidumbre cambiaria siempre es la misma: «se está trabajando».
Así, el primer ministro Marrero Cruz anunció en diciembre de 2024 en la Asamblea Nacional que se establecería una tasa de cambio flotante como solución al mercado cambiario en el país.
Marrero no dijo cómo ni cuándo, y según las declaraciones recientes de la viceministra primera del MEP, Mildrey Granadillo de la Torre, en la Mesa Redonda, es un asunto que está todavía en «proyecto».
Mientras concretan las «propuestas», una de las «alternativas» que ha encontrado el Gobierno cubano para los negocios es el otorgamiento de créditos.
A inicios de enero de 2025, se conoció el comienzo en Bayamo de la iniciativa CRECE, un programa en conjunto entre el Banco Popular de Ahorro, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD o UNDP, por sus siglas en inglés) y la asistencia técnica de la Fundación Alemana de las Cajas de Ahorro.
A través del programa para «el crecimiento de las mipymes» es posible solicitar un préstamo de entre 35 000 y 525 000 CUP, a pagar con una tasa de interés del 2 % en cuatro meses.
Está dirigido al financiamiento de capital de trabajo, como puede ser la compra de insumos, materias primas, útiles y herramientas de trabajo, equipos menores, pago de salarios y servicios a proveedores. También puede destinarse, de forma extraordinaria, a cubrir diferencias de tiempo entre los flujos de ingresos y egresos del negocio.
Sin embargo, según una emprendedora contactada por elTOQUE, aunque es una buena idea para crecer negocios pequeños, tiene sus desventajas. Según explicó, en la actualidad el crecimiento de un emprendimiento depende de la disponibilidad de dólares para comprar insumos y materias dentro o fuera del país.
«Además, el dinero no te lo dan en efectivo, sino que te lo ponen en la cuenta fiscal, y para sacarlo de ahí y comprar divisas, por ejemplo, es una odisea. Lo que sí se puede usar ―sin declararlo― es para pagar impuestos o salarios, y utilizar el equivalente en efectivo para las verdaderas cosas que se otorga».
Aunque CRECE ha acaparado titulares por su novedad, la entrega de microcréditos al sector privado no es nueva.
Jorge Félix Peraza Noriega, presidente y administrador único de Jolyni S.U.R.L., dijo en la televisión cubana que en dos años de funcionamiento aún no ha incurrido en el mercado informal para adquirir divisas.
Empezaron con microcréditos, lograron un historial crediticio favorable, se reaprovisionan por la cadena de tiendas, tienen transferencias detenidas en banco, pero los proveedores extranjeros les han dado créditos que han sido «honrados» y apoyados por las entidades financieras cubanas.
Los productos de Jolyni S.U.R.L., especializados en pastas y con dos plantas ubicadas en La Habana y Cienfuegos, se venden en dólares en las tiendas físicas y online cubanas.
La comparecencia recurrente de su socio principal en los medios cubanos refuerza la insistencia del Gobierno en lograr encadenamientos para usar las materias primas del sector privado en las capacidades instaladas estatales y dar mayor rentabilidad a estas últimas.
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