Foto: pxhere
Cuba entre los países de América Latina con menos trasplantes de órganos
26 / noviembre / 2024
La niña cubana Amanda Lemus Ortiz cumplió, el 15 de septiembre de 2024, seis meses de su trasplante de hígado en España. Amanda y su familia ganaron visibilidad pública a inicios de año, cuando su madre publicó en redes un texto pidiéndole perdón. «Te pido perdón por no tener unos padres con la influencia suficiente para comprarte tu salud, para comprarte la comida que necesitas, las medicinas, las cosas que una niña como tú necesita», escribió Mila Ortiz el 21 de enero de 2024.
La sociedad civil impulsó el caso de Amanda. Activistas de derechos humanos gestionaron una visa humanitaria, se recogió dinero a través de Internet y en las calles cubanas. Ayudó gente de dentro y de fuera de la isla. La situación de Amanda señaló muchas de las deficiencias del proceso de trasplante de órganos en Cuba.
Mila Ortiz y Emmanuel Lemus, el padre de Amanda, aguantaron retrasos, promesas incumplidas y excusas. «(...) Me duele que por una firma no te puedas operar, porque mi país te ha dado la espalda, mi país ya te enterró y tú aún estás viva (...)», dijo Mila en su post de enero de 2024.
La calidad de la salud pública es uno de los pilares del discurso político del Gobierno cubano. El trasplante de órganos solía ser reseñado en la prensa estatal como una hazaña considerable, por sobreponerse a las sanciones estadounidenses y por la dificultad de este tipo de procedimientos. En los últimos años, cada vez hay menos operaciones y donantes. Pero la propaganda continúa.
Las donaciones de órganos en Cuba
Según el Registro Internacional de Donación y Trasplante de Órganos (IRODaT), en 2022 ―últimos datos disponibles― solo hubo 12 trasplantes de órganos en Cuba, 11 de riñón y uno de hígado; aproximadamente un trasplante por cada millón de habitantes. No se contaron las donaciones o trasplantes de tejidos de córnea, células madre ni sangre.
Desde 2019, cuando se hicieron 206 trasplantes, la cantidad de operaciones ha disminuido de manera considerable. En 2020, se realizaron 66 y en 2021 no se realizó ninguna, según las autoridades por la pandemia de COVID-19. Lo anterior quiere decir que en 2022 hubo casi 94 % de trasplantes menos que en 2019.
El Gobierno achaca la baja cantidad de operaciones a la falta de insumos y a las sanciones de Estados Unidos. Sin embargo, médicos cubanos que viven fuera de la isla señalan que la falta de especialistas calificados en el país puede ser otro de los motivos.
Es difícil saber con exactitud cuánto afectan las sanciones estadounidenses al trasplante de órganos debido a la falta de transparencia y honestidad de las autoridades cubanas. En los últimos años, varias publicaciones en la prensa estatal han promocionado donaciones de insumos médicos a hospitales cubanos en los que hacen trasplantes. Las donaciones de material sanitario no entran dentro de las sanciones.
Uno de los centros que parece ser más beneficiado por las donaciones es el Hospital Pediátrico Universitario «Wiliam Soler», donde Amanda era paciente. Según medios estatales, en mayo y junio de 2022 organizaciones alineadas con el Gobierno cubano entregaron Custodiol al William Soler, una sustancia utilizada para la conservación de órganos. La entrega, supuestamente, permitiría salvar a ocho niños necesitados de trasplante de hígado.
IRODaT solo registró un trasplante de hígado en 2022 y no especificó si fue a un niño o a un adulto. No hay datos sobre qué sucedió con los ocho infantes ni quiénes eran. Gracias a la prensa independiente muchas personas supieron de la existencia de Amanda y de otros infantes como Ashley Echaide, Milaán Navarro y Cristian Bencomo, quienes fallecieron mientras esperaban la operación.
En los días en que la propaganda estatal resaltó las donaciones médicas al William Soler, la prensa independiente reveló el costo de los trasplantes para el turismo médico. La entidad de venta de servicios médicos CubaforHealth ofrecía, en aquel entonces, trasplantes de riñón a 18 750 USD y de corazón a 70 000 USD. Según IRODaT, los últimos trasplantes de corazón realizados en Cuba fueron en 2016.
Por otra parte, el éxodo migratorio más grande de la historia de la nación afecta también al personal sanitario calificado. Ser un médico especialista en Cuba significa que el Gobierno te puede impedir salir del país si así lo considera. Cifras oficiales informaron que en 2022 había 12 000 médicos menos que en 2021, una disminución que también se explica porque muchos doctores abandonan la profesión y buscan otro trabajo de mayores ingresos.
¿Cómo donar en Cuba?
Otra de las posibles causas que explica el deterioro de la donación de órganos en Cuba es la falta de cultura al respecto. El Gobierno no suele promover la donación en los medios de comunicación. Tampoco el proceso para ser donante está muy claro.
Una búsqueda en Google sobre el tema mostró los centros acreditados en el Programa Nacional de Trasplantes del país, pero no el proceso en sí. Al parecer, los familiares de donantes fallecidos dan su consentimiento al poco tiempo de la muerte de su ser querido, cuando el donante entra en «muerte cerebral».
Lo más usual es que quien desee donar lo exprese en las oficinas del carné de identidad cuando va a obtener el documento. La información queda registrada y podría ser consultada por los médicos. Dicho lo anterior, no se encontró explicación en línea que informe sobre el proceso. Tampoco qué se debe hacer si una persona se niega a ser donante en un primer momento y cambia de idea posteriormente.
Países como Chile y Argentina cuentan con leyes que convierten a toda persona fallecida mayor de 18 años en donante, a no ser que haya expresado lo contrario. Argentina, en específico, es uno de los países de América Latina con mejores números de donantes fallecidos por millón de habitantes.
La norma que regula la donación de órganos en la isla es la Resolución 857/2015 del Ministerio de Salud Pública. La normativa indica que los dadores potenciales vivos son «los individuos mayores de edad, sanos y legalmente capaces que mantengan con la persona receptora del trasplante, a) una relación de primer a cuarto grado de consanguinidad; b) cónyuges; y c) hijos de los cónyuges».
Para ser donante hay que entrar en contacto con uno de los centros habilitados. Una vez hecho el contacto, el dador potencial debe declarar mediante escritura y notario público su voluntad para la dación de órganos y tejidos. Antes de la operación, el personal médico correspondiente debe informarle al donante los riesgos de la operación y los posibles beneficios para el receptor.
A pesar de los contratiempos, un estudio de 2019 indicó que los cubanos tenían una actitud favorable sobre la donación. El estudio sugirió que el bajo número de donaciones, comparado con otros países de la región, podía deberse más a causas estructurales que a una falta de conciencia o sensibilidad.
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Gus