Durante su intervención en el Parlamento cubano en diciembre de 2024, el primer ministro Manuel Marrero Cruz anunció que en 2025 se establecerá una tasa de cambio flotante cuyo valor se modificará en dependencia de la oferta y demanda.
Tras el anuncio de la intervención del mercado cambiario, el peso cubano se apreció en la Tasa Representativa del Mercado Informal (TRMI) que publica elTOQUE.
El aumento del valor de la moneda nacional también podría coincidir, como en otras ocasiones, con la llegada de los residentes en el extranjero que van a celebrar el fin de año con sus familiares. El arribo a la isla de los emigrados supone un aumento de la circulación de divisas y, por tanto, una mayor oferta.
No obstante, los economistas advierten que este tipo de apreciación es transitoria y no refleja una mejora estructural en la economía.
¿Una tasa atractiva?
Según el doctor en Ciencias Económicas, Pavel Vidal, el nuevo sistema de tasa de cambio flotante —presumiblemente gestionado a través de las Casas de Cambio (Cadeca) y las ventanillas bancarias— marcará un precedente en la economía cubana.
«Aunque en la segunda mitad de los años noventa existió una flotación manejada en las Cadecas, donde la tasa se ajustaba ocasionalmente, el nuevo sistema no tiene precedentes en el país», explicó el también profesor de la Universidad Javeriana de Cali. «Es necesario observar cómo el Gobierno cubano implementará el mecanismo, que en un inicio parece estar diseñado para transacciones en efectivo de divisas por pesos cubanos, con una tasa que cambiará a diario».
Como sucedió en agosto de 2022 con el establecimiento de la tasa de cambio oficial de 1 USD por 120 CUP, es muy probable que el Gobierno tome como referencia la tasa informal, en la que el dólar ha alcanzado cifras récord en los últimos años.
Vidal subraya que el mecanismo será un intento por formalizar el mercado cambiario para la población, pero advierte que la implementación requerirá reglas claras y transparentes, cuestión que históricamente ha faltado en la política económica cubana.
La coexistencia de tasas de cambio múltiples también genera dudas. Por ejemplo, mientras la nueva tasa flotante se aplicará al cambio de 1 USD por 120 CUP, no está claro si habrá modificaciones de la tasa de 1 USD por 24 CUP para las empresas y la contabilidad del presupuesto estatal.
Los expertos aseguran que la diferencia entre las tasas múltiples podría crear distorsiones entre los sectores de la economía, en especial si no se aclara cómo se gestionará la relación entre esas tasas.
Dolarización parcial: ¿avance o retroceso?
Mauricio de Miranda, doctor en Economía Internacional y Desarrollo, destacó que el peso cubano enfrenta un deterioro constante de su funcionalidad debido a la dolarización parcial de la economía.
Según explica, la necesidad de divisas para acceder a servicios básicos como Internet o comprar productos en tiendas específicas aumentará la demanda de dólares en el mercado informal. Lo anterior no solo debilita el valor del peso cubano, sino que también afecta directamente el poder adquisitivo de la población.
De Miranda subraya que, sin medidas para estimular la producción nacional, la dependencia de las importaciones seguirá elevando la demanda de divisas. «Es un círculo vicioso: el peso pierde valor, la oferta de bienes se reduce y la población paga las consecuencias con un nivel de vida cada vez más bajo», señaló.
Para él, es indispensable establecer un mercado cambiario abierto, flexible y transparente, en el cual las transacciones se realicen en moneda nacional, como un paso clave para devolverle credibilidad al peso cubano.
Además, el economista considera que la participación del sector privado en el mercado cambiario podría dinamizar la economía.
«Un mercado de este tipo no necesariamente tiene que ser estatal. En muchos países, las casas de cambio privadas operan bajo regulaciones claras, pagan impuestos y contribuyen al funcionamiento del sistema económico», explicó. «Incorporar al sector privado en los mercados cambiarios podría ser una solución viable para Cuba, siempre que se establezcan reglas transparentes y se garantice su funcionamiento institucional».
Sin embargo, en Cuba, el control estatal absoluto sobre los mercados sigue siendo un obstáculo para implementar reformas efectivas.
Las interrogantes del sistema propuesto
El anuncio del Gobierno ha generado tantas expectativas como dudas. Entre las interrogantes principales están cómo se definirá la tasa inicial del nuevo mercado formal y cuáles serán los criterios para los ajustes diarios.
En economías de mercado, la oferta y la demanda determinan el tipo de cambio en tiempo real; pero en Cuba, donde el monopolio estatal domina, la falta de competencia podría limitar la efectividad de la tasa flotante.
El economista Pavel Vidal cuestiona también si las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) podrán participar en este mercado o «si se permitirá el cambio de divisas a través de cuentas bancarias, algo que sería completamente nuevo en el contexto cubano».
Además, advirtió que el Gobierno deberá aclarar cuáles serán las fuentes de información y los criterios para determinar los ajustes diarios de la tasa de cambio. Sin esas definiciones, el sistema corre el riesgo de perder credibilidad desde el inicio.
Por su parte, De Miranda insiste en que «la única manera de fortalecer el peso cubano es logrando que todas las transacciones nacionales se realicen exclusivamente en esa moneda». Sin embargo, ello requeriría un esfuerzo integral que vaya más allá de las medidas monetarias.
Ambos economistas coinciden en que será necesario fomentar la producción nacional, diversificar la economía y reducir la dependencia de las importaciones; elementos que, hasta ahora, no han sido abordados con suficiente profundidad por el Gobierno cubano.
comentarios
En este sitio moderamos los comentarios. Si quiere conocer más detalles, lea nuestra Política de Privacidad.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *
José Ernesto Herrera
María