mascotas
En la Cuba del siglo XXI el mercado para la crianza de mascotas crece, primero en La Habana y ahora en otras ciudades. Han surgido salones de belleza, entrenadores, tiendas con los más variopintos productos y hasta hostales. Con la apertura a nuevas formas del trabajo por cuenta propia, de las 181 licencias recogidas en la Resolución 33 del 2011, casi 10 se relacionan con animales: peluquero de animales domésticos; alquiler de animales; criador vendedor de animales afectivos; productor, recolector y vendedor de hierbas para alimento animal; cuidador; y entrenador. En la tienda estatal Animalia, ubicada en la calle San Ignacio, de La Habana Vieja, se brinda un servicio que incluye baño y peluquería, corte de uñas, limpieza de orejas y comercialización de productos para mascotas. Al decir de una de sus dependientas, lo único que no se vende es ataúd, aunque bien valdría la pena porque muchas veces los dueños de mascotas no desean enterrarlas en la tierra directamente cuando se mueren. Allí ofertan hasta almohadillas sanitarias para cuando las perras están en celo. Además, hay una extensa lista de artículos de aseo, juguetes, adornos y otros accesorios asociados al cuidado y la estética animal: cortauñas, cepillos para peinar (10.50), pelotas pequeñas (4.40) y huesos-golosina (de 2 a 7), medicamentos como el Yatren (17.40 la caja), jabón animalia (5.20), champú anti pulgas (11.90), collar antiparasitario (20.90 y 13.30), cama (40) y jaula (200). Todos los precios en CUC. Esta fue la primera tienda de artículos para animales que se abrió en Cuba, asegura la dependienta, a quien llamaremos A. porque no tiene permiso para ofrecer entrevistas. Ella lleva “más de 20 años en este giro. No soy fundadora, pero alrededor del 2000 se inauguró y ahora pertenece a la Oficina del Historiador”.