elecciones

El sistema del Poder Popular, vigente desde 1976, prevé elecciones provinciales-nacionales (generales), cada cinco años. Los cubanos mayores de 16 años, incluyendo los militares<strong>, </strong>votarán por los candidatos de su municipio para que integren las asambleas provinciales y la Asamblea Nacional (Parlamento), en nóminas cerradas, es decir, el número de candidatos es igual al de escaños. No se escoge entre varios sino que se aprueba o no al candidato. El voto es voluntario, pero no ir a las urnas es mal visto políticamente. Los opositores suelen dejar la boleta en blanco o la rayan para que sea anulada. En Cuba, de acuerdo con la constitución, el Partido Comunista (PCC) "organiza y orienta los esfuerzos comunes" para la construcción del socialismo. Es el único autorizado a existir en Cuba y supervisa el proceso electoral. Pero en las elecciones no participan partidos sino ciudadanos que, en reuniones vecinales, proponen a mano alzada a sus candidatos y luego votan por ellos en comicios directos y secretos. De los delegados municipales electos sale el 50% de los aspirantes a delegados provinciales y a diputados. El otro 50% es propuesto directamente por comisiones de candidatura formadas por seis organizaciones gremiales y estudiantiles afines al gobierno. El sistema está diseñado para que cualquier ciudadano pueda ser electo, sea o no militante del PCC. Pero también para dejar fuera a los opositores, porque los propuestos pasan tanto por la votación vecinal como por el tamiz de las comisiones de candidaturas.
De cara a los comicios del 26 de marzo de 2023, la plataforma Cuba Data consultó a 1 719 personas residentes en el archipiélago. Los resultados muestran la indiferencia que generan las votaciones para conformar el Parlamento cubano.
En Cuba no cambiará nada el 26 de marzo próximo. Una vez más solamente se evidenciará que en los totalitarismos no existe nada voluntario, espontáneo o completamente fidedigno.
¿Hay campañas electorales en Cuba? ¿Se puede hablar de debate político? ¿Hacen falta campañas electorales y debates políticos cuando no hay oposición?
El teatro electoral está a punto de acontecer. No hay ningún cabo suelto ni sucederá sorpresa alguna. El núcleo duro del poder mantendrá su silla en el Parlamento.
Aunque se sabe que las elecciones no cambian la vida pública del país o de la gente, es uno de los pocos procesos en los que se puede entrever algunas interioridades del poder político cubano.
Las votaciones del 26 de marzo de 2023 ocurrirán en un momento en el que más de 300 mil cubanos han huido del país hacia disímiles destinos. ¿Pueden votar o participar en la política los cubanos residentes en el exterior?
Las cifras oficiales sobre la participación de los ciudadanos en elecciones confirman el deterioro de la legitimidad del régimen político en Cuba.
¿Cómo se hacen las leyes en Cuba? ¿Cuál es el papel de un diputado en la conformación de la ley? ¿De qué sirve ser diputado? ¿Responden los diputados a sus votantes directos?
A propósito de las «elecciones» de marzo de 2023, ¿qué poder tendrán los 470 diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular?
¿Cuál es el objetivo detrás de la reducción de sillas en el Parlamento cubano? ¿En qué se fundamentó la decisión? ¿Los diputados ratificados tras las elecciones de marzo de 2023 sesionarán en el Capitolio?
Hay muchas razones que justifican el por qué las elecciones cubanas no le importan a nadie, pero en el siguiente video se explican tres de ellas que resultan básicas.
Vincular la abstención con un acto criminal no busca sino detener mediante el miedo una tendencia creciente e irreversible de la sociedad cubana.
Los artistas de Matraca dibujan sobre el teatro electoral en Cuba, denuncian el ascenso de los feminicidios en el archipiélago y señalan la prisión injusta que sufre el activista Luis Manuel Otero hace más de un año.
El respeto a la diversidad política que le permite a Manolo De Los Santos —sin ser legalmente reprimido— abogar en EE. UU. por un cambio de sistema, viajar a un país enemigo, regresar y hacer propaganda no existe en Cuba.
2022 cierra con la regencia de un Gobierno cubano que reprime cualquier muestra de disenso y que es incapaz de ofrecer prosperidad, a pesar de augurar un 2023 mejor.
No debería ser potestad de las autoridades seleccionar qué datos se publican, acceder a toda la información posible y organizada debería ser un derecho de la ciudadanía y un primer paso para garantizar la legitimidad del sistema. Un solo error es suficiente para exigir más claridad y transparencia a las autoridades electorales.
La cifra de participación de 68.56 % en las elecciones de delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular el 27 de noviembre de 2022, fue la más baja desde que comenzaran este tipo de procesos electorales en 1976.
¿Qué funciones cumple la participación política institucionalizada en un régimen político con sistema de partido único? El jurista Raudiel Peña expone cuáles son esas funciones y cómo se comportan en el caso cubano.
Las recientes votaciones en Cuba han demostrado que la participación popular en los comicios continúa en descenso.
La cifra de participación de 68.58 % en las elecciones de delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular este 27 de noviembre de 2022, es la más baja desde que comenzaran este tipo de procesos electorales en 1976.
El Partido Comunista de Cuba (PCC) sí interviene (y además, controla) en cada nivel del proceso electoral del país; aunque desde la regencia gubernamental lo nieguen.
En Cuba no hay elecciones, sino votaciones en las que la libertad del electorado alcanza solo para decidir si ratifica o no las decisiones y propuestas que han hecho, con anterioridad, quienes administran el Gobierno.
El Gobierno de La Habana necesita mantener la narrativa del apoyo popular, pero los datos de los últimos procesos de votaciones en el país indican un ascenso del abstencionismo; lo que, en escenarios como el cubano, puede ser leído como una posición política ante la imposibilidad de elegir sin marcos de constricción.
Las autoridades electorales cubanas dieron a conocer los resultados del proceso de nominación de candidatos a delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular. ¿Qué se esconde detrás de los datos? ¿Pueden estos predecir lo que sucederá el 27 de noviembre?
José Luis Toledo Santander, actual presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular, dijo que el proceso de nominación de candidatos se había comportado bien y sin incidencias. ¿Ha ocurrido realmente de esa manera?

elecciones

El sistema del Poder Popular, vigente desde 1976, prevé elecciones provinciales-nacionales (generales), cada cinco años. Los cubanos mayores de 16 años, incluyendo los militaresvotarán por los candidatos de su municipio para que integren las asambleas provinciales y la Asamblea Nacional (Parlamento), en nóminas cerradas, es decir, el número de candidatos es igual al de escaños. No se escoge entre varios sino que se aprueba o no al candidato. El voto es voluntario, pero no ir a las urnas es mal visto políticamente. Los opositores suelen dejar la boleta en blanco o la rayan para que sea anulada. En Cuba, de acuerdo con la constitución, el Partido Comunista (PCC) "organiza y orienta los esfuerzos comunes" para la construcción del socialismo. Es el único autorizado a existir en Cuba y supervisa el proceso electoral. Pero en las elecciones no participan partidos sino ciudadanos que, en reuniones vecinales, proponen a mano alzada a sus candidatos y luego votan por ellos en comicios directos y secretos. De los delegados municipales electos sale el 50% de los aspirantes a delegados provinciales y a diputados. El otro 50% es propuesto directamente por comisiones de candidatura formadas por seis organizaciones gremiales y estudiantiles afines al gobierno. El sistema está diseñado para que cualquier ciudadano pueda ser electo, sea o no militante del PCC. Pero también para dejar fuera a los opositores, porque los propuestos pasan tanto por la votación vecinal como por el tamiz de las comisiones de candidaturas.

calle, cartel, casa, reja, hombre
De cara a los comicios del 26 de marzo de 2023, la plataforma Cuba Data consultó a 1 719 personas residentes en el archipiélago. Los resultados muestran la indiferencia que generan las votaciones para conformar el Parlamento cubano.
En Cuba no cambiará nada el 26 de marzo próximo. Una vez más solamente se evidenciará que en los totalitarismos no existe nada voluntario, espontáneo o completamente fidedigno.
Aunque se sabe que las elecciones no cambian la vida pública del país o de la gente, es uno de los pocos procesos en los que se puede entrever algunas interioridades del poder político cubano.
¿Cómo se hacen las leyes en Cuba? ¿Cuál es el papel de un diputado en la conformación de la ley? ¿De qué sirve ser diputado? ¿Responden los diputados a sus votantes directos?
Hay muchas razones que justifican el por qué las elecciones cubanas no le importan a nadie, pero en el siguiente video se explican tres de ellas que resultan básicas.
El respeto a la diversidad política que le permite a Manolo De Los Santos —sin ser legalmente reprimido— abogar en EE. UU. por un cambio de sistema, viajar a un país enemigo, regresar y hacer propaganda no existe en Cuba.
La cifra de participación de 68.56 % en las elecciones de delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular el 27 de noviembre de 2022, fue la más baja desde que comenzaran este tipo de procesos electorales en 1976.
La cifra de participación de 68.58 % en las elecciones de delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular este 27 de noviembre de 2022, es la más baja desde que comenzaran este tipo de procesos electorales en 1976.
El Gobierno de La Habana necesita mantener la narrativa del apoyo popular, pero los datos de los últimos procesos de votaciones en el país indican un ascenso del abstencionismo; lo que, en escenarios como el cubano, puede ser leído como una posición política ante la imposibilidad de elegir sin marcos de constricción.
¿Hay campañas electorales en Cuba? ¿Se puede hablar de debate político? ¿Hacen falta campañas electorales y debates políticos cuando no hay oposición?
Las votaciones del 26 de marzo de 2023 ocurrirán en un momento en el que más de 300 mil cubanos han huido del país hacia disímiles destinos. ¿Pueden votar o participar en la política los cubanos residentes en el exterior?
A propósito de las «elecciones» de marzo de 2023, ¿qué poder tendrán los 470 diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular?
Vincular la abstención con un acto criminal no busca sino detener mediante el miedo una tendencia creciente e irreversible de la sociedad cubana.
2022 cierra con la regencia de un Gobierno cubano que reprime cualquier muestra de disenso y que es incapaz de ofrecer prosperidad, a pesar de augurar un 2023 mejor.
¿Qué funciones cumple la participación política institucionalizada en un régimen político con sistema de partido único? El jurista Raudiel Peña expone cuáles son esas funciones y cómo se comportan en el caso cubano.
El Partido Comunista de Cuba (PCC) sí interviene (y además, controla) en cada nivel del proceso electoral del país; aunque desde la regencia gubernamental lo nieguen.
Las autoridades electorales cubanas dieron a conocer los resultados del proceso de nominación de candidatos a delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular. ¿Qué se esconde detrás de los datos? ¿Pueden estos predecir lo que sucederá el 27 de noviembre?
El teatro electoral está a punto de acontecer. No hay ningún cabo suelto ni sucederá sorpresa alguna. El núcleo duro del poder mantendrá su silla en el Parlamento.
Las cifras oficiales sobre la participación de los ciudadanos en elecciones confirman el deterioro de la legitimidad del régimen político en Cuba.
¿Cuál es el objetivo detrás de la reducción de sillas en el Parlamento cubano? ¿En qué se fundamentó la decisión? ¿Los diputados ratificados tras las elecciones de marzo de 2023 sesionarán en el Capitolio?
Los artistas de Matraca dibujan sobre el teatro electoral en Cuba, denuncian el ascenso de los feminicidios en el archipiélago y señalan la prisión injusta que sufre el activista Luis Manuel Otero hace más de un año.
No debería ser potestad de las autoridades seleccionar qué datos se publican, acceder a toda la información posible y organizada debería ser un derecho de la ciudadanía y un primer paso para garantizar la legitimidad del sistema. Un solo error es suficiente para exigir más claridad y transparencia a las autoridades electorales.
Las recientes votaciones en Cuba han demostrado que la participación popular en los comicios continúa en descenso.
En Cuba no hay elecciones, sino votaciones en las que la libertad del electorado alcanza solo para decidir si ratifica o no las decisiones y propuestas que han hecho, con anterioridad, quienes administran el Gobierno.
José Luis Toledo Santander, actual presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular, dijo que el proceso de nominación de candidatos se había comportado bien y sin incidencias. ¿Ha ocurrido realmente de esa manera?
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